domingo, 14 de diciembre de 2008

Algunos aficionados a la ciencia-ficción no creemos en cuentos chinos.

Por JORGE ZARCO RODRÍGUEZ

“Los sueños crecen como hielo lento. El futuro ya está aquí, sólo que desigualmente repartido.” WILLIAM GIBSON



¿Saben?, no creo en un futuro radiante y pacífico, y menos en ese al estilo “Star Trek” , lleno de decorados cartón piedra y chapa pintada de impoluta limpieza e impecable acabado y obediencia . A día de hoy: un 8 del 8 del 2008 que aparte de ser capicúa (ya se lea del derecho, ya se lea del revés)
más de un escritor imaginaba en sus fantasías PULP llenas de tecnologías perfectas y adelantos imposibles, que no obstante poseen ese sentido de la maravilla sin el cual el género no sería lo que es. Por que acaso el género no está compuesto de adorables mentiras y artificio, en revistas baratas de pulpa donde habríamos pisado las lunas de Júpiter y Saturno. Que nos lo montaríamos con féminas androide indistinguibles de cualquier ser humano y hasta hablaríamos con alienígenas con traducción automática y telepática .
Que habríamos colonizado la luna, Marte, o habríamos limpiado la atmósfera de Venus de su eterna lluvia ácida . Que los coches serían eléctricos, además de volar y planear como un jumbo. Que viviríamos en ciudades que flotarían sobre el mar y los robots mantendrían impolutas nuestras calles de basura y malos olores. Y no habría guerras, ni violencia en las calles o en los hogares y viviríamos más de cien años en medio de una cuidada naturaleza que todos adoraríamos.

Nunca puedes planear el futuro a través del pasado. EDWARD BURKE

Un futuro digno de los escritores de los años 50 a lo Ray Bradbury, Isaac Asimov, Robert A. Heinlein, E.E. Doc Smith, A.E. Van Vogt, etc … Cuanta ingenuidad maravillosa , cuantos sueños caídos en saco roto. Solo unos pocos como George Orwell, Andoux HuXley , Fredric Brown, Bob Schekley, o el polaco Stanislaw Lem se planteaban el futuro inmediato como una ruina del pasado, una prolongación aumentada al cubo de los problemas que ha sufrido el ser humano desde su origen como especie “racional”: Violencia, suciedad, desigualdad de clases, caos y miseria, inseguridad ciudadana, sexismo y estancamiento tecnológico. De ahí que no solo nos huela a podrido que no podamos volver a la luna hasta el 2018, sino que más de uno sospeche que nunca fuimos allí y que todo fue una miserable falacia urdida por Werner Von Braun (ex nazi creador de las V-8) y Richard Nixon (todo un creador de conspiraciones paranoicas) para que Yuri Gagarin quizá no ondease la bandera roja como soñaron los soviéticos. Al final la tecnología, nunca sale como desearíamos en un camino lleno de errores nefastos que a nadie le gusta recordar y que no resiste el paso del tiempo.

“Si no piensas en tu porvenir, no lo tendrás”. GALBRAITH

Me gustaría pensar que si fuimos allí y que todo no fue (como alguno ha dicho) una maravillosa mentira rodada por Stanley Kubrick. Pero que nos hayamos limitado a lanzar sondas no tripuladas o satélites quizá esconde el miedo de ir… y no regresar. 21 muertos en la carrera espacial no son cualquier cosa, ¿pero acaso la carrera espacial murió en 1975 con el encuentro entre las naves APOLO y SOYUZ como dicen algunos?. Tranquilizándose, el panorama como si se oliese que la guerra fría tenía los días contados. Lo realmente inquietante fue el aciago destino del trágico Serguei Korolev, el máximo genio de la astronáutica soviética que como millones de ciudadanos socialistas sufrió la sangrienta caricia del Stalinismo. Siendo “readaptado” tras sufrir tortura y sodomía en el GULAG. Korolev pudo llevar a Gagarin a pisar la luna si no fuera porque ambos murieron con inquietante coincidencia. Korolev falleció durante una operación aparentemente simple en 1967 y Gagarin poco después en 1968 se estrelló mientras pilotaba su caza MIG-15. Y la muerte de ambos dejó el camino libre a los americanos para … ¿pisar la luna en 1969?. Otros dirán si realmente hubo cinco alunizajes con seres humanos antes de que a alguien en la NASA se le ocurrió que ya teníamos bastante hasta el 2018. ¿No querían llegar los chinos en 2010 o 2012?. ¿Acaso la luna es un territorio virgen y protegido como la Antártida? . 2012 año del fin del mundo según el calendario de los Mayas. No creo que pase nada, como en 1999 no vino Satán a la tierra a tomarse un Martíni como amenazaban cuatro fundamentalistas. ¿O fue el 11 de septiembre del 2001?


“Yo puedo creer cualquier cosa con tal de que sea increíble”.
OSCAR WILDE

Acaso sabremos que pasó en 2018 o quizá antes. Hasta 2002 no se confirmó que la perrita Laika había muerto a las siete horas del despegue de calor y pánico. Sería brutal que al final los APOLOESCEPTICOS tuviesen razón y no hay nada ahí arriba . A mí me gustaría pensar que sí llegamos, como me gustaría pensar que un día las calles de mi ciudad dejarán de llenarse de mierda si mejora el servicio de limpieza y la convivencia de los ciudadanos; y los pajaritos cantan y las nubes se levantan y los bosques dejan de arder cada verano misteriosamente, tras un hedor a gasolina quemada .

“ No pienso nunca en el futuro porque llega demasiado pronto”.
ALBERT EINSTEIN

Al final, el gran paso adelante suele ser una caída hacia atrás y los adelantos tecnológicos no equivalen a cambios éticos o morales a nivel global, y como se dice en la ley de MURPHY: estamos donde siempre. Dentro de treinta años habrá habido brillantes adelantos materiales (faltaría más), pero a nivel social seguiremos teniendo los mismos problemas de siempre : miseria, violencia, desigualdad e inseguridad. Y puede que acentuados como nos advierten las temáticas apocalípticas. O esos futuros situados a solo “cinco minutos de distancia” como nos advierte JAMES G. BALLARD en “CRASH” o “RASCACIELOS”. Cuando no son realidades que ya se están cumpliendo, que son llevadas al límite como la inmigración descontrolada del tercer mundo en la aterradora “FUGA PARA UNA ISLA” de CHRISTOPHER PRIEST, donde una huida desesperada hacia el primero, degeneraría en otro terrible tercermundismo, a la guerra civil o al genocidio. “TODOS SOBRE ZANZIBAR” y “EL REBAÑO CIEGO” de John BRUNNER tratan con años de adelanto de contaminación extréma hasta aniquilar fauna y flora, hacer cloacas de los océanos y situarnos al borde del exterminio.

El cine de SCI-FI utiliza representaciones especulativas basadas en la ciencia de fenómenos imaginarios. La SCI-FI se ha utilizado a veces para comentarios y reflexiones políticas y sociales. O cuestiones filosóficas como la definición del ser humano. VIVIAN SOBCHACK

El cine de ciencia ficción es un género ( ¡no subgénero como dice algún cretino de la cultura oficial o “respetable”!) tan literario como visual en el cómic y cinematográfico (su máximo campo de expresión) que hace énfasis en la ciencia actual, pasada (Julio Verne y H.G. Wells) y futura (William Gibson). Especulativa siempre relacionándose con el contexto social del momento (lo que estéticamente llamamos “retro” o mirando al pasado).
Que todavía se mantiene presente a no ser que se especule con una fecha lejana transcendiendo la magia y la religión a un sentido de lo maravilloso y quizá reconciliarnos con lo desconocido o lo que vendrá. (8-8-2008)

“El concepto de progreso actúa como mecanismo de protección destinado a protegernos de los terrores del futuro”. (DUNE de Frank Herbert)

Ya ha pasado una fecha fatídica y no ha pasado absolutamente nada , la vida sigue a pesar de todo y todo sigue siendo asquerosamente racional, simple y aburrido, y lo seguirá siendo dentro de 30 años a pesar de los adelantos tecnológicos. A día de hoy hay calles que son una pocilga, ancianos de ambos sexos que temen por la estabilidad de su cartera (y algunas veces de su vida), un sentimiento de “apatía” generalizada respecto a los problemas de los “otros”. De que cualquiera debe preocuparse de su propio culo y desechar el de los demás ya que en la práctica la solidaridad puede hasta empeorar las cosas. Sigue habiendo violencia domestica y terrorismo a largo plazo digan lo que digan los políticos y los C.D.´s y DVD´s le han hecho perder al populacho el respeto por las salas de cine, los video clubs y las videotecas y de paso los mismos C.D.´s Y DVD´s que se tiran en cualquier parte como quien soltaba una cagada en el medioevo en medio de una avenida . La tecnología no nos ha hecho más felices pese a las predicciones de las revistas científicas que nos ven caminar sobre Marte pero no nos logran resolver problemas más cercanos como el imparable calentamiento del planeta, la superpoblación o el hambre global que venimos sufriendo desde más de 30 años. ¿Se ha olvidado todo el mundo de Nueva Orleáns? y el caos y violencia que generó en los días posteriores al desastre.

“El futuro no existe” . WILLIAM GIBSON.

No señores, no hablo de “MAD MAX”, hablo de la realidad; de lo que ya sucedió. De hecho el autor de la conocida saga Australiana se inspiró en la crisis petrolífera de comienzos de los 70 que llevó a la gente al extremo de apuntarse con un arma para conseguir gasolina con la que poder desplazarse ese día al trabajo o a cualquier parte. Una catástrofe solo es el detonante, la amenaza somos nosotros. Vean lo que pasó en Ruanda entre Utus Y Tutsis y lo que pasó en Kósovo en nuestra civilizada Europa …

Vivimos en una sociedad exquisitamente dependiente de la ciencia y la tecnología , en la cual difícilmente cualquiera sabe algo acerca de ciencia y tecnología. CARL SAGAN

El futuro ya está aquí como diría J.G. BALLARD o ANTHONY BURGUESS, de hecho ya es pasado, ya ha sucedido como dirían algunos: UN MUNDO FELIZ, 1984, y LA NARANJA MECÁNICA, son la tres grandes distopías de la literatura del siglo XX (algunos incluirían FARENHEIT 451 y CRASH). Futuros que son metáforas de nuestro presente inmediato, que quizá ya existen sin que muchos no queramos ser conscientes de ello. ¿Acaso GEORGE ORWELL en su única novela del género y última de una vida que se corroía por la tuberculosis, no hizo sino invertir el año en el que escribió su obra (1948) y especular que aspecto tendría Inglaterra sometida al más atroz Stalinismo?, ¿Acaso Anthony Burguess en “La naranja mecánica” no exorcizaba una traumática experiencia personal, al ser atacado en su propia casa por un hatajo de energúmenos(¿quién sabe si lumpen o ejercito?), totalmente mamados y que le apalizáron a él y violaron a su esposa?. ¿Y acaso Andoux Huxley entre viajes lisérgicos de LSD (fue pionero en su uso) no imaginó una sociedad controlada por drogas del comportamiento, cuyos hijos nacen por clonación genética ; adelantándose a la oveja Dolly más de medio siglo?. Futuros dolorosamente imperfectos donde la tecnología (o el residuo de la misma) solo sirven para ejercer la represión sobre un populacho incapaz de revelarse ante ella. Aparentemente felices (UN MUNDO FELIZ), sometidos al terror más sádico (1984), o viendo castrados sus instintos más agresivos a costa de quedar reducidos a parias sociales (La naranja mecánica).
(9-8-2008)

“De todas las ilusiones, la más peligrosa es pensar que solo hay una sola realidad.” PAUL WATSLAWITCK

En sí, el termino CIENCIA-FICCIÓN es una falacia para la cultura oficial, que suele disfrazarlo con términos casi subliminales como: “Fantasía científica”, “Anticipación especulativa”, “alegoría futurista” o el horrible “Especulación imaginaria”, por que la SCI-FI (termino que odian algunos estudiosos del género) a diferencia del terror, que siempre ha sido el más aceptado de los géneros fantásticos (por formar parte de un sentimiento universal) siempre ha sido tachado de vulgar y mediocre en parte por culpa de las (casi siempre) insuficientes películas del género, casi siempre de bajo presupuesto, y que un servidor sin embargo adora en eso que los yanquis llaman “placer culpable”. Y si la “fantaziencia” ,termino italiano que es mi favorito lo tiene crudo, la “fantasía heroica” lo tiene peor. Partida en dos entre su temática “bárbara” (CONAN y similares) y la más aceptable tipo TOLKIEN y sus derivados, (nunca se acuerdan de Michael Moorcock o Ursula K. Leguin, lo que empieza a oler a podrido) dejando de lado la “Fantasía juvenil e intelectual” que Michael Ende (La historia interminable, Momo) puso de moda antes de su fallecimiento, haciéndose pasar por literatura “infantil”, como Gianni Rodari, lo que siempre la hace más “respetable”. A pesar de que su trasfondo, se hablaba de aquí y ahora.

“El futuro es ahora”. (Kurt Russell en 2013 RESCATE EN L.A.)

Acabo de echar un pistazo a la lista de los libros que más han influido en unos 100 académicos de la lengua española y las únicas concesiones a la literatura fantástica son “La metamorfosis” de Frank Kafka, “La odisea” de Homero y “Narraciones extraordinarias” de Edgar Allan Poe. Por supuesto no hay ninguna alusión a obras “futuristas”, ni de Julio Verne o H.G. Wells, ni a los títulos mencionados anteriormente, eso sería una falacia para los “talibanes de la cultura” que solo consideran “aceptable” todo lo que se mueva dentro de un contexto “realista” más allá de que todo cuento o novela por muy documentado que esté en la realidad, siempre depende de un desarrollo imaginario para crear personajes y situaciones. Supongo que de esos 100 académicos habrá quien adore la poesía de “Crónicas marcianas” de Ray Bradbury, alucinará con “Dune” o “El juego de ender” de Orson Scott Card (considerado el mejor de los últimos clásicos) o el “Yo robot” de Asimov o las obras de Stanislaw Lem. Polaco, y el más “respetable” de los escritores del género. Sin olvidar las fantasías paranóides de PHILIP K. DICK o William S. Burroughs. Pero dudo que lo admitan abiertamente como Jorge Luis Borges o Kingsley Amis que admitían su afición al género sin miedo a represalias intelectuales. Por que hablar de ciencia ficción en este país es como hablar de cuentos chinos, y como se dice popularmente, los cuentos chinos son para niños… y para gilipollas.

Somos una imposibilidad en un universo imposible. RAY BRADBURY

Decir que te gusta la SCI-FI es como decir que crees en los OVNIS; y si lo dices en público, siempre habrá algún “gracioso” que te pondrá de subnormal para arriba por ello. Por eso detesto el termino: “FRIKI” sinónimo despectivo del anglófilo “Freak”, que significa monstruo u abominación. Es como los punks que llamaban “jipiosos” (es decir: piojosos) a los Hippis. Nadie suele mencionar que a finales de los ochenta los punkis de antaño degeneraron en muchos casos en “ultras” de extrema derecha y extrema izquierda, lo cual no generó termino despectivo alguno. El FRIKI es en muchos aspectos la nueva versión postmoderna del bufón medieval; el payaso que está ahí para que todos se rían de él y lo desprecien e incluso le odien; y no son pocos los que llegan a esta conclusión. (10-8-2008)

La originalidad es un plagio no detectado. W.R. INCE

Todo el mundo sabe quien es Stephen King, no tanto por sus relatos y novelas como por sus innumerables adaptaciones al cine, hasta el punto de que ya es un tópico adaptar a King cada vez que saca un nuevo libro al mercado. Tal es su producción literaria (la sospecha del uso de “negros” literarios flota en el ambiente) que usó el alias de Richard Bachman para publicar dos manuscritos (todo hay que decirlo, novelas horrendas) de sus años de universidad a finales de los sesenta: “La larga marcha” y “El fugitivo”, ambos sobre la temática de violentos deportes futuristas y reality shows sádicos donde se busca la muerte del concursante. En realidad King o Bachman se había limitado a “inspirarse” en el trabajo de otro escritor mucho menos conocido; El tristemente fallecido Robert Sheckley, dedicado de pleno a la ciencia ficción y más conocido en Europa que en los USA, había escrito dos cuentos de culto a mediados de los cincuenta: “La décima víctima” y “El precio del peligro”, ambos llevados al cine por el italiano Elio Petri y el francés Yves Boisset, aunque al parecer el segundo relato conoció dos versiones con un telefilme alemán anterior al trabajo del francés que casi nadie conoce. En el primero, un deporte mortal ha sido creado con la finalidad de permitir una especie de caza del hombre (o la mujer) entre un grupo de tiradores que se matarán unos a otros hasta que solo quede uno. En el segundo un concursante se pone en la diana de numerosos asesinos de tal forma que esquiva la muerte constantemente con tal de salir con vida del programa para goce sádico del populacho. Hoy en día los peores concursos de la programación no buscan (de momento) la muerte del concursante aunque se le humille y maltrate hasta unos niveles preocupadamente altos, esta modalidad solo sería viable en un sistema social que aceptara la pena de muerte, lo cual no es exagerado que un día se vuelva a incorporarse a nuestro respetable sistema democrático si se produce un giro de la democracia hacia el fascismo. Esa es la excusa de “El fugitivo”, donde un sujeto devorado por la miseria, se cuela en un concurso para poder sobrevivir el máximo de días posibles y ganar el máximo dinero para su futura viuda antes de ser cazado como un perro. Hasta que herido de muerte, pilota un avión hasta el edificio de la cadena y lo estrella en una conclusión que recuerda a una tragedia real: Los atentados del 11 de septiembre de 2001. La adaptación oficial vino de parte de Paul Michael Glaser (alias Starsky de “Starsky y Hutch” o el maromo que pasaba siempre por encima del coche para deleite de gárrulos y horteras), en 1987 tras sufrir una odiosa reescritura por parte del nefasto Steve de Souza y ser protagonizada por el Mister Universo y futuro gobernador de California
Arnold Schwarzeneger. Sospechosamente producida por el odioso mundillo de la lucha libre, “PERSEGUIDO” se limita a ser una lucha entre el héroe “indestructible” y una serie de horteras villanos a cual más odioso, empezando por el vomitivo presentador y con revolucionario grupo de resistencia incorporado; sorprendió su apariencia de subproducto pese al elevado (para los ochenta) presupuesto (unos 27 millones de dólares) y es que con Arnold a cuestas, la cosa no podía acabar mal. Lo sorprendente es que el material de partida quedó totalmente irreconocible y me sorprende que King no se quejara al respecto (le cerrarían la boca a golpe de talonario)
solo sé que Arnie tiene muchas posibilidades de acabar de presidente de la nación tras gobernar California . Y nadie la recordaría si no fuese que el británico Paul W.S. Anderson ha plagiado su esquema argumental en otro remake que nada coge del punto de partida original “DEAD RACE” (2008),
presunta nueva versión de “Carrera de la muerte año 2000” (75) de Paul Bartel, del que no recoge nada, empezando por su atroz carrera donde gana quien más peatones atropella . ¡CUIDADO!, hay que proteger a nuestros infantes de realizar posibles actos imitativos y hasta la película advierte que los niños no jueguen a colisiones en casa … El visionar ambas cintas una tras otra puede deparar más de una sorpresa por la coincidencia de ambos argumentos: Trampa al protagonista para reclutarlo a la fuerza (no puede presentarse voluntariamente, si lo hiciera, no sería un héroe), lucha en circuito cerrado (no puede morir ningún ciudadano), buenos y malos de una pieza (la ambigüedad es peligrosa, da que pensar), y final feliz y castigo para el villano (algo que no es en absoluto realista) . Del cuento original de IB MELCHIOR no queda ni rastro. Ya se montó el escándalo a mediados de los 90 con un videojuego: “CARMAGEDOM”, en el que sacaba más puntos quien más peña atropellaba, y que adaptaba el espíritu del cuento más fielmente que la cinta de Anderson. La corrección política ha hecho mucho daño en el panorama, algo que contradice una hipócrita doble moral de cara a la programación televisiva, donde parece reinar un peligroso: “Todo vale”.

Nada extraño, perdura. SAMUEL JOHNSON

Vamos a jugar a las ucronías (o rescribir periodos históricos con epopeyas que nunca sucedieron. Ya resulta muy tópico decir que los nazis y japoneses ganaron la segunda guerra mundial o que la Rusia estalinista hubiese invadido Europa de no haberlo hecho Hitler. Que si el Imperio de los Austrias hubiese invadido con éxito la gran Bretaña protestante o si fuesen colonos Holandeses y no Británicos los que colonizaran Norteamérica y en vez de Nueva York tuviésemos Nueva Ámsterdam. O si los sudistas hubiesen ganado la guerra civil norteamericana o Méjico formara parte de los USA.
O pensar como sería África unificada y pacífica o Brasil sin la Amazonia o la Antartida derretida y colonizada, sin pensar cual sería el nivel de las aguas en el resto del globo. Las ucronías permiten hacer ciencia ficción en tiempo presente o pasado, evitando el tópico del : “Dentro de unos cuantos años…” Yo he pensado una ucronía más cercana. Y si en los 80 hubiese caído la bomba y hubiese desaparecido la mayoría de la especie humana, digamos que quedáramos reducidos apenas a unas 50 millones de almas mientras las cucarachas van tomando nuestro lugar de forma imparable. O el tópico de una sociedad ultra feminista que ha erradicado a los hombres dado la vuelta: Una pandemia mata a todas las mujeres y la población masculina se ve abocada a la extinción, a no ser que se apueste de forma radical por la transexualidad y el embarazo masculino. Como sátira social funcionaría. O contradecir el llamado hombre del futuro, mostrando una sociedad donde todos se han vuelto subnormales. O una sociedad ecologista que funciona de energía renovable como el viento, el sol y el agua, vive en fusión con la naturaleza o hasta se inspira en los chimpancés bonobos y practica la sexualidad en todas sus formas los unos con los otros de forma totalmente tolerada como fue el sueño de los 60. O al contrario: mostrar un sistema genocida que extermina grandes comunidades para evitar la superpoblación, que reinstaura el “aparheit” a nivel mundial evitando el contacto entre razas y religiones, o prohíbe los medicamentos y los fármacos como ciertas sectas desean, convirtiendo a los traficantes en vendedores de aspirinas y antidepresivos. Aunque la más increíble de las ucronías sería un mundo donde no existiese la violencia ni la intolerancia y todos viviesen en paz y armonía. Eso sí es una ucronía radical de toda posible sociedad, ¿quizá imposible?. (16 – 11 – 2008)

Un papelito bajo la lengua (LSD), el destino el espacio sideral. SYD BARRET

Imagínense un viaje dentro de nuestro sistema solar hasta saturno sin moverse un centímetro de casa hasta el objetivo, soñándolo solo con la realidad virtual. El sustituto seguro de las drogas duras y los alucinógenos que le quemaron la cabeza a SYD BARRET, miembro fundador de PINK FLOYD o provocaron la muerte de BON SCOTT, primer cantante de AC/DC ahogado en su vómito en la parte trasera de un coche por sobredosis de alcohol. Una vez haciendo uso de memoria recordé a un tal Jorge que fue compañero mío en un curso de monitor infantil (título que jamás he ejercido)
Quien afirmaba (y no es el único a quien le oí mencionarlo) que en los 80, la heroína se llevó a toda una generación y quizá sirva de lección a más de un falso nostálgico que evoca los 80 como un paseo por el parque (un lugar que de noche puede ser realmente peligroso). Dado que mi única droga fue el alcohol y que desde hace siete años tuve que despedirme del asunto por un diagnostico de diabetes (molesto pero no mortal compañero de viaje), mi experiencia con las drogas duras siempre fue a través de viajes de otros,
que con frecuencia acababan en ataques de paranoia y escenas grotescas;
Recuerdo en un bar, una tía con un ataque de llanto porque había “perdido” una chaqueta que en realidad tenía puesta o un payaso que creía que iban a secuestrarlo de forma violenta o depresiones en directo de lo más insufribles. Alcohol y drogas es una mezcla mortal, he visto a más de uno perder el control y salir corriendo sin motivo, huyendo de “algo”. Y yo en su día, con más de un chupito encima quise escribir, a ver que me salía, y la verdad es que luego destruía lo escrito por vergüenza o ganas de ocultar que había empinado el codo más de la cuenta. No conservo nada de aquel periodo, y recuerdo haber escrito un tratado lisérgico sobre un viaje astral fuera del cuerpo ayudado por abundantes dosis de hidromiel que destruí de inmediato nada más recuperar la sobriedad. (17 – 11 – 08)

Procuremos ser más padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado. MIGUEL DE UNAMUNO

Hay temas y temáticas que de entrada están condenados al ostracismo en nuestro país; como que temas como la ciencia ficción suenan a cuento chino, y como dice el dicho popular: cuentos chinos para niños y gilipollas. Esas son cosas que corresponden a los anglosajones por naturaleza. Pues hay un desprecio evidente, asumido hacia el género desde las altas esferas de la “cultura” por parte de esa mentalidad no asumida de que el asunto es un desecho de la nostalgia infantil y juvenil y que los hombres “hechos y derechos” (es decir, los que van de cabrones) solo piensan en cosas racionales sin despegar los pies del suelo. Además el cine español es un cine pobre, limitado a un indiferente mercado interno que por naturaleza lo rechaza, (salvo el caso que uno pueda ir borracho o drogado a la sala a gritar salvajadas como en las más odiosas muestras de “cine popular”) y condena al fracaso a la gran mayoría de películas que compiten en una especie de fiesta de cumpleaños cruel donde un centenar de niños se matan por una ridícula porción de tarta al grito de ¡UN DOS TRES AL ATAQUE!, por no olvidar de cierto subnormal de la cultura “respetable” que afirmaba que la C-F era por naturaleza “mala para la mente”, en un alarde de soberbia despreciativa propia del que se las da de librepensador y a la vez va ejerciendo de verdugo en una doble moral de lo más repugnante. De ahí que los escritores del género españoles no han superado una miserable condición de “artistas minoritarios” que no les hace ningún favor a corto plazo y las películas españolas bajo tan despectivo sello se hundan en el fango de la serie Z. A falta de trigo que cosechar, nos queda la cizaña a la que agarrarnos de forma desesperada. Desde títulos de los años 30 ya perdidos como “Al HOLLYWOOD Madrileño”, “El hotel eléctrico” del gran Segundo de Chómon en los años 20, pionero olvidado como su maestro George Melies. Si el cine español siempre ha sido pobre, el cine de caspa-ficción a la española siempre ha sido sencillamente miserable, ya fuera por cuestiones de presupuesto; ¿acaso existe un caso en toda su historia donde la ambición de su propuesta se ha visto felizmente compensada a nivel visual sin que se eche en falta una evidente escasez de medios a todos los niveles, aparentando serie B en la más ambiciosa de las intentonas para no aparentar serie Z?. O simplemente inoperancia ante algo que ni se entiende ni se comprende, claro que carecemos de ese barroquismo exótico de los mejicanos, la falta de prejuicios (y vergüenza) de los italianos o la megalómana ambición de los franceses que se han tomado en serio el asunto sin ese vergonzoso complejo de inferioridad que sacude al resto de los europeos. Los británicos siempre serán como grandes madres del género junto al gran padre USA, y pienso de comer aparte han sido los rusos con el caso de Andrei Tarkovsky. O como un director “serio” y respetable tocó el género de forma no ya digna sino sencillamente magistral, sentando cátedra en el mismo. O el insólito Federico Fellini de “ROMA” –75- con dos episodios alucinantes: unas excavaciones en el metro que sacan a la luz catacumbas romanas y un caballo blanco corriendo por una autopista azotada por la lluvia, el viento y una interminable multitud que hace pensar que Ridley Scott debió tener muy presentes dichos fragmentos para visualizar sus clásicas “Alien” –79- y “Blade Runner” –82-, y algo que casi nadie menciona es que Fellini pensó rodar una película del género con diseños del gran Jean Giraud Moebius,
Proyecto imposible en su día y que pertenece al limbo de las obras que nunca veremos. Pero, ¡ay! En España decir que hacías C-F era como decir que escribías novelas de a duro del espacio, con el pseudónimo de GEORGE H. WHITE (Pascual Erguídanos Usachs), LARRY WINTERS (José Caballer),
A. THORKENT (Ángel Torres Quesada) o RALPH BARBY (Rafael Barberán).
Con la curiosa excepción de Enrique Gaspar, autor de la insólita “EL ANACRONÓPETE” que se adelantó unos años a “La máquina del tiempo” de H.G. Wells, al igual que Segundo de Chomón inventó el travelling y el stop-motion antes de George Pal y Ray Harrihausen pero desconocía una cosa llamada derechos de autor.

El victimismo es una manera de disfrazar la carencia, en muchos casos, de talento real. TONY VERGARA

Por eso, los intentos de C-F en españa siempre han sido mal que nos pese, caspa-ficción y no solo por falta de medios sino también de talento y de iniciativa por parte de autores serios por atreverse con el género, aun a riesgo de ser descalificados por sus colegas de gremio. Narciso Ibáñez Serrador lo intentó en TV con “Mañana puede ser verdad” , adaptando textos de Ray Bradbury entre otros, y no estaba mal, pero la operación no tuvo continuidad. Lo mismo que “La cabina” –71- de Antonio Mercero con un magistral José Luis López Vázquez y su metáfora sobre la insolidaridad, en un hombre que es dejado morir en una cabina de teléfonos sin que nadie le dé a entender porqué. “Fata Morgana” con guión de Gonzalo Suárez y dirección de Vicente Aranda fue el único intento de estilo apocalíptico en una Barcelona desierta al borde de la destrucción, más cercana a cine experimental que al género. Más terror que C-F era “Miss muerte” del todo terreno Jesús Franco y el abiertamente gay Eloy de la Iglesia llegaba a lo demencial con un marciano remake de “La naranja mecánica” con “UNA GOTA DE SANGRE PARA MORIR AMANDO” –73-. Más bien intencionadas que acertadas y tratando el género desde lejos, como si temieran quemarse las manos, los intentos más lanzados tenían una evidente vocación suicida a caer en el ridículo. Cosa que le solía suceder al siempre voluntarioso Juan Piquer Simón con la entrañable “Viaje al centro de la tierra” –77- (su mejor película), Las demenciales “Super sonic man” –80-, “Los nuevos extraterrestres” –83-, “Slugs: muerte viscosa” –87-, “La grieta” –89- antes de hundirse en la más profunda serie Z. Nunca dio en el clavo, pero su insistencia al igual que Jesús Franco lo convierte en un caso insólito por su osadía en un panorama no muy tolerante hacia las voces disidentes. Ya dentro del sistema, el intento más serio (es un decir) lo protagonizó el comediante Fernando Colomo con “El caballero del dragón” (85) versión en clave extraterrestre del mito de San Jorge y ejemplo perfecto de cómo la falta de talento y la inoperancia de la puesta en escena (más cercana a la comedieta de la época que al fantástico), echan por tierra un reparto de primera : Klaust Kinsky (que volvió el rodaje una pesadilla), Harvey Keytel , Miguel Bosé emulando al David Bowie más galáctico o Fernando Rey con cara de no creerse su papel. Notables diseños del dibujante Enrique Ventura y efectos más currados de lo normal no salvaron un guión de Andreu Martín que posiblemente fue mamoneado por la falta de medios necesarios y la inoperancia del mediocre Fernando Colomo al que la empresa supera en todo momento. Solo una escena: la nave que brota de una niebla en la que se hunden el extraterrestre y su princesa, da una idea de lo que pudo ser y no es, tan ambiciosa como fallida propuesta . Solo la música de José Nieto estuvo a la altura de las circunstancias. Después, silencio absoluto hasta 1992, año del quinto centenario del descubrimiento de América y que dio dos propuestas que crearon más que nada, falsas esperanzas de contínuidad: la marciana (nunca mejor dicho) “Supernova” de Juan Miñon con una Marta Sánchez pasadísima de rosca y la eternamente sobre valorada “ACCIÓN MUTANTE” por el ser el más ambicioso intento a nivel de producción industrial hasta la fecha y que dejó una bacante a superar que nadie ha ocupado desde entonces; de ahí que más de uno hable de ella con un exceso de entusiasmo que un servidor jamás ha compartido ni de lejos. Quizá por ser el primer ejemplo que abordó el género desde dentro, sin ese sentimiento de patética inferioridad con que se le había tratado siempre, casi con vergüenza. Pero su megalomanía en forma de efectivo diseño de producción ocultaba las más bien escasas bondades del conjunto; un sadismo gratuito que usa el gore y a la vez reniega del mismo, un tratamiento de los personajes femeninos casi feminicida, pues pone a las féminas de putas masocas para arriba, unas caidas de ritmo que invitan al sopor y un guión caótico con unos diálogos de comic underground de tercera. Siempre me he preguntado si no fue la euforia del momento; el nacimiento de una nueva generación de directores tras la crisis de los 80, lo que decidió financiar a Almodóvar este tebeo lleno de mutantes y subnormales masácradores de niños píjos y nuevos ricos que fue elevado por el fandom de fanzineros y oportunistas hasta los altares de una discutible modernidad, que olía a podrido a kilómetros y cuya sinceridad era más que discutible; ya saben: “Hablando bien de ti, hablo bien de mí y de paso me doy publicidad”. Además, la broma (pesada) había costado 350 millones de pts y había que amortizar los costes, ya fueran sus caros decorados o su caótico rodaje que casi se saldó con alguna tragedia. Al fin y al cabo ahí estaba una vaca sagrada como Almodóvar para proteger a su niño de la hostilidad de los medios de siempre que no la trataron con mucha benevolencia más allá de ciertos lame culos que no supieron ver que el nuevo juguete de la modernidad, era la apuesta a la española del cine basura de la norteamericana TROMA. Se despertaron esperanzas de continuidad en el fandom de la C-F al evidenciarse que nuestro problema no era un “Quiero y no puedo”, sino un “puedo y no me sale de los cojones”. ¿Podría hacerse C-F aquí sin llevarnos las manos a la cabeza y pedir perdón por semejante sacrilegio?, si no fuera por que: 1- No nos tomamos en serio a nosotros mismos y nos invade constantemente el sentido del ridículo y la impotencia por no llegar más allá de lo que desearíamos. 2- El terror es el único de los géneros fantásticos con el que nos atrevemos con cierto éxito por su bajo coste y éxito asegurado. 3- La taquilla nunca responde como quisiera y más en este país que nunca ha sido muy aficionado a rascarse el bolsillo por diversas razones. Sobretodo en estos tiempos de pirateo gratuito. 4-Al igual que le pasaba a los italianos, el público siempre se hace el gracioso con aquello que no se cree y con los subproductos a cuestas, las risas van que vuelan por que aquí siempre hemos ido de pobretones y nunca hemos tenido los medios exigidos o deseados por la evidente hostilidad de un mercado interior que salvo contadas ocasiones, no responde a las expectativas. 5- Aquí arrastramos un inconsciente prejuicio hacia los artistas que se remonta desde los tiempos del imperio romano, de ahí que un artista caído en desgracia, despierte el orgasmo en los resentidos, pero el peor de los castigos es la indiferencia. De ahí que un servidor menciona aquí películas que la gran mayoría ni recuerda ni conoce.

La verdadera ciencia enseña por encima de todo a empezar a dudar y a ser ignorante. MIGUEL DE UNAMUNO

Hasta 1995 el catalán Oscar Áibar, proveniente del comic como Álex de la Iglesia, no se atrevió a reincidir con “ATOLLADERO”, mezcla de C-F y WESTERN cuyas buenas intenciones chocaron con unas condiciones de rodaje hostiles a más no poder que echaron de por tierra sus buenas intenciones. Su trama de cazadores de hombres, comandados por un Iggy Pop y Joaquín Hinojosa a la caza de Pere Ponce tenía posíbilidades. Pero Félix Rotaeta fallece durante su rodaje y Áibar no tuvo un Almodóvar que le cubriese las espaldas Y “Atolladero” nunca se estrenó en uno de los casos de distribución y exhibición más vergonzosos de los 90. De hecho, Nacho Vigalondo por poco no logró exhibir el último intento de C-F a la española con todos los riesgos que eso lleva consigo: “LOS CRONOCRÍMENES”, rodada en 2OO6 y no estrenada hasta 2008. España sigue siendo “diferente”. Otros intentos como la fallida “Fausto.0” de Isidro Ortiz concebida como un espectáculo de “La fura dels baus” o las nunca rodadas por excesivo coste (o diferencias creativas) “Avatar” de Elio Quiroga, que estrenó hace poco con total ignorancia de los medios, “La hora fría” –2007- y el “prestigioso” Agustín Díaz Yanes con “MADRID SUR”, con una capital hundida bajo las aguas y que terminó acojonando a su responsable por su descomunal despliegue de medios necesarios. Temeroso quizá de suplicar coproducción con los americanos y que el intento se saldara con un caballo de Troya desbocado como le ocurrió al francés Mathieu Kassowitz con la desastrosa “Babilon a.d.” – 2008- Su visión de una España superpoblada y ultra contaminada no es en absoluto una utopía . En cambio las inoperantes “La mujer más fea del mundo” –99- de Miguel Bardem y “Rottweiller” –2004- del oportunista Brian Yuzna solo merecen el olvido. “ABRE LOS OJOS” –97- del que es el director más afortunado de la historia del cine español, el chileno Alejandro Amenábar, utiliza el género a modo de sorpresa final, pero lo trata desde la distancia, dentro de una trama de terror suspense que es la autentica protagonista . Inspirándose lejanamente en el magistral “UBIK” de PHILIP K. DICK, donde la realidad virtual es utilizada para ocultar que quizá estemos todos muertos. La verdad es que aun rebuscada y algo tramposa, “Abre los ojos” resulta digna pese a que varios visionados sacan a la luz sus manipulables trucos baratos. Y por último: “NAUFRAGOS” –2002- de María Lidon alias Luna. Ejemplo al igual que “El caballero del Dragón” de cómo un/a realizador/a sin talento puede echar abajo el más ambicioso de los proyectos: 800 millones de pts , decorados reciclados de “SPACE COWBOYS” de Clint Eastwood y un reparto de estrellas “mercenarias”: Pepe Sancho, Joaquín de Almeida, María de Medeiros, Luna Lunera y un insoportable Vincent Gallo con cara de pasar de todo y que lo único que buscaba como un Klaust Kinsky cualquiera era sexo a malsalva (que lo consiguiera es otra cosa) y todos ellos con cara de mínimo esfuerzo y vacaciones pagadas. Semana en taquilla, total ignorancia de medios y público y después silencio absoluto. Si los ejemplos se cuentan con los dedos de una mano, imaginen con las dos. No nos caracterizamos precisamente por nuestra tolerancia hacia lo que se sale de lo normal. Quizá por eso Fernando Fernán Gómez solía decir por experiencia propia, que el pecado capital de los españoles no es la envidia, sino el desprecio. (26-11-2008)

Las estrellas garabatean en nuestros ojos, heladas epopeyas, cantos resplandecientes del espacio inconquistado. HART CRANE (El puente)

Los detractores del género suelen acusar a los escritores o guionistas del mismo como de esotéricos charlatanes, futurólogos condenados a adivinar el futuro con la exactitud de Nostradamus. Condenados ante el inevitable paso del tiempo a no ver cumplidas sus “predicciones”, sobretodo a partir del paso de largo del año 2000/2001 y el hecho de que se echa en cara que llegara el año de Kubrick y no ocurriera nada… De vergüenza ajena fue la publicación de artículos atacando a la mítica “2001:una odisea del espácio”
-68- porque no se había cumplido lo anunciado, como si de un puto adivino se tratase. Cuando la función del género no es el arte de la adivinación sino la metáfora y la reflexión, siendo conscientes sus creadores de que manejan elementos ilusorios por muy realista que pretenda ser su desarrollo. Los detractores más hostiles suelen acusar en la mayoría de las ocasiones su prematuro envejecimiento al paso de los años y las modas y sobretodo a la baja calidad que demuestra el género en la mayoría de ocasiones. Y reduciéndolo a un simple tema de evasión juvenil del que la mayoría de los aficionados se desentienden con el paso de los años. Es un concepto totalmente demagógico de lo que se llama “madurar”. No voy a negar que como aficionado a la C-F, la imagen que del mismo se tiene a raíz del peor cine de Hollywood por parte del público popular (ese que jamás leerá artículos como este) es acudir en masa a ver engendros como las taquilleras “Independence Day”-96-, “Perdidos en el espacio” –97- o “Transformers”-2007- que no le hacen ningún favor al género y acaban siendo más caducas al paso del tiempo que clásicos POP como “FARENHEIT 451”-67-,“BARBARELLA”-68-o “LA FUGA DE LOGAN”-76- precisamente porque estas últimas no pretenden ser realistas y se mueven en el terreno de la tecnología especulativa entendida como un truco de magia. Además, está el odioso fenómeno de entender el género como carne de taquilla y beneficios
que juega en contra de lo mejor que puede dar el mismo de sí. Incluso en sus mejores ejemplos, este está concebido como un espectáculo, siendo de entrada una imposición por naturaleza al mismo que no afecta a su vertiente literaria, que no se ve obligada a ser un simple entretenimiento. Joe Haldeman o Brian W. Alldiss consideran el género como una metáfora del presente y Arthur C. Clarke afirmaba que el mérito de imaginar un futuro era admirable en una civilización que amenazaba con no tener ningún tipo de futuro. De hecho para muchos existen serias dudas de que podamos llegar a finales del presente siglo. De ahí que la literatura siempre haya llegado más lejos que el cine en experimentación formal y temática, por no quedar de entrada reducida a un producto de consumo para todos los públicos.
(26-11-2008)

Las estrellas están ahí, solo tienes que mirarlas. Kurt Kobain

Salgo a la terraza para ver las estrellas pero en una noche cerrada, estas son contados puntos en la inmensidad del firmamento, tan pocas son visibles a la vista que uno podrían pensar que en noches como esta, las estrellas han dejado de existir y uno se expone a un cielo negro e infinitamente oscuro como alquitrán fundido. Pero se que la visión de un cielo sin estrellas es solo una ilusión óptica. Más allá del manto que protege la tierra, el cielo es infinito demostrando las grandezas del universo. Por eso mismo uno se siente tan diminuto y miserablemente pequeño en su insignificancia. Sabiendo que solo seamos un grano de arena en la inmensidad de una playa inabarcable con vistas al cosmos. (5 – 12 – 2008)

Vivimos días extraños. “Strani giorni” canción de Franco Battiato

J.G. Ballard predijo hace más de treinta años que los viajes al cosmos serían una fantasía masturbatoria sin orgasmo, que no tardaría en enfriarse una vez acabara el clima de enfrentamiento de la guerra fría y que nuestro destino sería quedarnos encerrados en la esfera terrestre, más allá solo estaría el vacío. Este es el destino que muchos le auguran a la ciencia ficción
Como si la crisis social y económica se uniera una crisis especulativa, donde todos tenemos la impresión de que el futuro es historia y la realidad está superando a pasos agigantados las más calenturientas predicciones del género. Triunfa la fantasía pura, ya sea juvenil o espada y brujería con toques de magia blanda para niños y niñas a la hora de acostarse. Eso si no se enganchan a Internet (que es muy adictivo, todo hay que decirlo). Michael Ende hubiese detestado esta moda como detestó en su día las adaptaciones de sus libros. Pero la C-F se encuentra en crisis, ya sea literaria, ya que la lectura como todo acto que conlleva esfuerzo, siempre es cosa de minorías “cultas” que como decía Woody Allen en “Recuerdos”, -“La coincidencia entre los gansters y los intelectuales es que se matan entre ellos”. El fandom está enfrentado y los amantes de la C-F están angustiados porque no se leen ni editan apenas libros del género y salvo clásicos reconocidos de toda la vida, la novedades las conocen los cuatro gatos de siempre (entre los que me incluyo, aunque últimamente leo más sobre cine de C-F que sobre C-F a secas y prefiero los cuentos a las novelas). Y el implacable paso del tiempo vaticina el futuro por adelantado. Hace 20 años el malo de ROBOCOP nos enseñaba un DVD como el sumun de la tecnología en vídeo. Hoy los discos duros portátiles y llaveros USB amenazan con comerse dicho formato y a pesar del pesimismo de Bradbury los libros han sobrevivido de momento y el cine resiste a duras penas ante lo cual cada vez más autores se han pasado a la tele serie de prestigio (GALACTICA) y al socorrido remake (Ultimátum a la tierra). El terrible futuro inminente es que puede que no haya ningún futuro a corto plazo ya que la tecnología y los cambios sociales van a velocidad de vértigo y la robótica es el próximo campo a experimentar. El sentido de la maravilla del género está siendo devorado por un sentimiento de inmediatez terrible. De que todo está por ocurrir mañana mismo. Por eso J.G. BALLARD, STANISLAW LEM y PHILIP K. DICK han mantenido toda su frescura ajena al paso de años y modas, por que sus futuros son más que nada estados mentales que superan a todos los niveles el prejuicio de novelita de kiosco que llevan las mayoría de obras de C-F. Sin olvidar que los tres aspiraban a escribir literatura “seria” y ser reconocidos por ello… (Ballard lo consiguió). Pero ahora parece que la C-F no está de moda y casos como el de MATHIEU KASOWITZ renegando a gritos de “BABILON A. D.”, estrepitoso fracaso del que debía ser el homenaje al 25 aniversario de “BLADE RUNNER” (un día de estos amenazaran con un remake como le ha pasado a “Metrópolis”) por parte de los franceses y que ha sido mamoneada desde su mismo rodaje por los co productores yanquis.
Demasiado dinero invertido y demasiadas expectativas arruinan un espíritu creativo; demasiados cocineros arruinan la sopa. Ahora C-F cinematográfica equivale a súper héroes y siempre habrá excepciones. No creo que el género se muera de aquí a cuatro días. Aunque el terror siempre será como un vampiro inmortal, el eterno superviviente del fantástico. Como se titula una novela de Michael Bishop, “El peor enemigo: el tiempo”, a la C-F parece ocurrirle lo mismo y a los fans también. (6 – 12 – 08)

DISTANCIAS ESPACIO-TEMPORALES ENTRE LUKE Y LEIA

Al final del episodio tres de la (de momento) cerrada saga de STAR WARS, (cuya traducción literal no sería la asimilada popularmente, GUERRA DE LAS GALAXIAS sino más bien: GUERRA ESTELAR o GUERRA DE ESTRELLAS) los hermanos SKYWALKER (Jinetes del cielo, un apellido del que Jim Morrison haría con gusto una canción) son enviados a dos planetas distintos para protegerlos de las iras del imperio.
Luke a TATOOINE y Leia a ALDERAAN. Evidentemente el universo STAR WARS está más cerca de la magia y el sentido de la maravilla sin el cual, la ciencia-ficción no sería lo que es. Pero si especulásemos con términos y datos científicos podríamos asustarnos, ya que suponemos que ambos planetas están separados por miles de años luz
y suponemos que la civilización de la república intergaláctica ha descubierto métodos para moverse con rapidez en las terroríficas distancias que se gasta el universo. Así puestos, los hijos de PADMÉ AMIDALA tendrían que haber coincidido en la llegada a sus planetas de acogida de tal forma que pudiesen crecer al mismo tiempo. Eso sin contar las orbitas y la duración de los años en ambos mundos que también tendría que ser similar. Se supone que las naves hacen uso del HIPERESPACIO que permite crear atajos espacio-temporales por los que una astronave podría realizar en breves segundos lo que a la velocidad de la luz tardaría décadas e incluso siglos. Según los fanáticos de la saga, la distancia entre ambos hermanos sería intolerable, lo que llevaría al peligro de que se produjeran graves consecuencias entre las edades de ambos mellizos. Y que para un autor “realista” conllevaría el peligro de que uno conservase la juventud mientras otro es un anciano. Licencias que Lucas se permite, como que el sonido no se propaga por el vacío espacial (¿toleraríamos unas batallas totalmente mudas?)o que los lasers suelen ser invisibles al ojo humano y no se disparan con la limpieza de una bala … Pero STAR WARS pertenece al reino de los sueños y allí todo es posible, incluido un HIPERESPACIO que permite saltos galácticos de un planeta a otro imposibles de otra forma. Y desde ya mismito recomiendo la genial parodia de la teleserie animada
PADRE DE FAMILIA titulada BLUE HARVEST, o el título fantasma que llevó en su día EL RETORNO DEL JEDI (no hay nada como la primera saga) para despistar a los aficionados y donde el hiperespacio tiene el careto del muy británico DR. WHO.

Jorge Zarco Rodríguez