sábado, 25 de diciembre de 2010

miércoles, 22 de diciembre de 2010

A proposito de TRON: LEGACY

Por norma, suelo evitar la nostalgia, ese sentimiento malicioso que todo lo embellece y todo lo deforma en nuestros recuerdos. Primero por que nos hace creer que todo fue mejor de lo que realmente fue, y segundo por que es la prueba maliciosa de que nos vamos haciendo viejos; del implacable paso del tiempo sobre nuestro organismo y que cualquier tiempo pasado jamás volverá.
Por eso el cine se ha vuelto una inconsciente máquina del tiempo. Un anhelo emocional que evoca cosas como: Yo hice aquello, yo estuve allí… ¿Y que es la cinefilia sino una constante masturbación emocional de aquellos tiempos pasados que todos vivimos o creímos vivir alguna vez?.
Yo tenía ocho años en 1982, había llorado a moco tendido viendo E.T. ( ¿y quien no lo hizo? ), pasaba unos días de vacaciones, y ante el miserable panorama de una tarde aburrida, mi tío nos llevó al cine a ver una película elegida al azar. Así descubrí TRON, insólito producto de la factoría Disney con diseños futuristas del gran Jean Giraud Moebius y Syd Mead que me dejó alucinado a todos los niveles.
Por que en 1982 los efectos digitales eran una novedad absoluta, los videojuegos de Atari irrumpían en el mercado y los teclados Spectrum se abrían camino. Todavía faltaba la salida al mercado de la novela Neuromante de William Gibson para que conociésemos términos como ciberpunk o ciberespacio. TRON se adelantó a su tiempo y pagó cara la apuesta de una inversión de 18 millones de dólares, hoy pura calderilla, pero demasiada pasta en aquel lejano 82, y más para unos tipos tan codiciosos como la corporación Disney.
Pero el tiempo lo pone todo en sus sitio y las videoconsolas y la generación playstation
elevaron los efectos digitales y de animación del primer TRON, a unos artesanales trucos ilusorios dignos del pionero de comienzos del siglo XX George Melies, siendo a día de hoy la obra más recordada de su realizador; Steven Lisberger, juguete roto a partir de entonces e inactivo forzoso desde Slipstream (89).
Es verdad que hoy cualquiera con un mac o un PC crearía trucos visuales más espectaculares que todo lo visto en el primer TRON, y ahí radica el principal problema de su remake / secuela TRON: LEGACY. Ahora los efectos digitales están al alcance de cualquiera y la inocencia que poseían los añejos trucos del primer TRON se ha visto totalmente superada por la brutal revolución informática que hemos sufrido a lo largo de 28 años. La última generación nació con un portátil bajo el brazo y ya no se sorprende con nada. La inocencia de los primeros gráficos computerizados, hace tiempo que se perdió.
Al shock visual que supuso AVATAR, le seguirán una legión de productos dispuestos a superarla a toda costa. A crear el más difícil todavía, a rejuvenecer la cara de Jeff Bridges para empanar al personal, aunque simular digitalmente a un ser humano sigue siendo utópico de momento y la operación “cante” a falsete por muchos millones de dólares (entre 170 y 200) que haya de por medio. Lisberger se limita a ejercer de productor y el debutante Joseph Kosinsky toma las riendas con más corrección que brillantez, por que (¡ay!) TRON: LEGACY, se apoya sobre pies de barro; es decir, un guión mediocre (firmado a cuatro manos por Eddy Kitsis y Adam Horowitz) que se limita a ser un púding de guiños cinéfilos a Star Wars , Matrix, y otras fuentes harto reconocibles en esa odiosa moda del topicazo apto a todas las edades y de fácil digestión. Tan fácil que no te provoca ninguna emoción digna de ser recordada. ¿Y que es lo que importa?, su impactante envoltorio en forma de brillante diseño de producción de Darren Gilford, eso sí, directamente inspirado en la cinta original y los efectos digitales de la compañía de James Cameron: Digital Domain, principal competencia de la ILM de Lucas.
John Lasseter hubiera hecho maravillas con la odisea de un hijo resentido en busca de su padre perdido en un mundo informático, pero PIXAR no cogió las riendas de este proyecto como debió haber sido, donde no se sabe a ciencia cierta quienes son los reyes de la función… No son ni Jeff Bridges en su doble papel de Kevin Flynn y su avatar malvado Clu (Dr. Jeckyl y Mr. Hyde, ¿ les suena de algo? ). Ni su rebelde hijo Sam Flynn (Garret Hedlund) defensor radical del software libre ( ¿una pose fácil de cara a una corporación tan puritana como la Disney ? ) en plan rebelde anti-sistema apto para todos los públicos, en un intento algo infantil de ganarse a la generación Hacker . Ni la preciosa Olivia Wilde como la programa/ guardaespaldas Quorra, ni un desaprovechado Michael Sheen como un maestro de ceremonias a lo CABARET.
Son quizá los franceses DAFT PUNK con sus teclados a sintetizador ochentero y sus mascaras high tech, los reyes de la función en una primera hora que evoca lo mejor del original: los combates de lanzamiento de disco y las motos de estela de luz. Para revelar sus debilidades en la segunda parte de su metraje (guión superficial hasta lo infantil, personajes de cartón piedra sin profundidad alguna, situaciones desaprovechadas , resueltas de un plumazo, y final adivinable a más no poder).
La ambición por llegar al máximo de espectadores hace que la pasión de Sam y Quorra nunca se consuma (aquí no hay beso); nunca sabemos nada de los programas exterminados en masa por Clu, en una alusión superficial a los genocidios, ni de ese presunto grupo de resistencia a lo Matrix, que aparece y desaparece sin mayor explicación y mucho menos de ese aire Nazi que se gasta Clu y su prole. No pasan de simples guiños que podrían haber dado mucho más de sí.
Pero lo peor que le puede pasar a TRON: LEGACY es que se quede obsoleta a nivel digital con más rapidez que su modelo original. La tecnología informática avanza constantemente y está al alcance de cualquiera. Los efectos digitales ya no sorprenden como lo hacían los viejos trucos de raíz artesanal, todo parece demasiado fácil y la sensación de comida rápida que suelen producir las superproducciones actuales ya no producen ese culto de antaño. Todo se consume rápido y se olvida sin remordimiento, por que no hay pasión, y aquella inocencia de hace años, que nos producía la ilusión de descubrir algo nuevo cada vez que entrábamos a una sala de cine, se ha perdido. Eso sí, siempre hay excepciones, pero TRON: LEGACY no es una de ellas.

viernes, 15 de octubre de 2010

Crítica literaria para RED DE CIENCIA FICCIÓN:

Y PESE A TODO… de Juan de Dios Garduño.

Jorge Zarco Rodríguez

Todos los aficionados al terror de nuestra generación; los ochenta, crecimos leyendo a Stephen King y viendo las películas de Zombis de George A. Romero, las mejores con diferencia hasta que llegó Danny Boyle y sus 28 días después. A partir de ahí se generó una fiebre tanto en cine como en cómic y literatura por “cambiar” al zombi tradicional haciéndole más peligroso, más rápido, más mutante e incluso más inteligente. Sin olvidarnos de Jaume Balagueró, Paco Plaza y REC. Eso sí, salvo pocas excepciones su gusto por la carne humana fresca seguía intacto y la metáfora social que el zombi simboliza como esa violencia que se apodera del homo sapiens cuando esa fina capa llamada civilización se resquebraja por cualquier acto fortuito de nuestra ambigua e imprevisible conducta … creo que saben de sobra de que hablo. De todos los libros de los que he podido hablar hasta ahora, este es uno de esos casos insólitos en que he podido conocer en persona al autor: Juan de Dios Garduño. En tiempos de novelas de a duro hubiera firmado como John God Garduño (eh, eh, eh… es broma) pero estos son tiempos en los que autores en lengua castellana han de firmar sus trabajos sin avergonzarse de sus orígenes, con nombres y apellidos como debe ser. Aunque se escriba como lo haría un autor americano, ambientando su trama en Bangor, estado de Maine, la América profunda, rural, que vota republicano y es temerosa de Dios y amante de las armas. Sí, sí, como lo haría Stephen King, ya que Y PESE A TODO es un homenaje al autor de terror más popular y del que han bebido todos los autores de su generación (con perdón de Peter Straub y Clive Barker). Un paisaje nevado, el silencio tras una guerra global infectada de armas biológicas y dos vecinos con un rencor mutuo al que circunstancias que se salen (totalmente) de lo normal volverán a acercar intereses comunes tan vitales como la supervivencia, un tema que también conecta con otro autor tan ochentero e imprescindible como el cineasta John Carpenter que adaptó a King. Y zombis diferentes, albinos, parecidos a Gárgolas, más mutantes que podridos y quien sabe, quizá los futuros herederos de la tierra, o quizá no. Escrita con agilidad, se lee rápido y hace guiños continuamente a los personajes y lugares comunes de las novelas de King: Dos vecinos; uno frente a otro, uno con una hija y un perro, el otro amante de las armas y la cerveza y en medio criaturas producto de una tercera guerra mundial insólita pero no imposible, ya que la posibilidad de usar antes armas biológicas que nucleares no es en absoluto una exageración. Otra cosa serían las consecuencias de esas armas… Si el terror nos encanta es por que permite meter una situación totalmente irreal dentro de un contexto cotidiano y hacerla verosímil. Quizá la guerra y los zombis son solo un pretexto para hablar de una reconciliación entre dos vecinos, quizá forzosa y obligada por las circunstancias, pero que deja un poso de esperanza a pesar de que el horror la niegue en cada momento. Supervivientes enloquecidos, la espera constante de un ataque en cada momento y el acoso de las criaturas a los cercados protagonistas; ese guiño definitivo al film que lo comenzó todo: La noche de los muertos vivientes Pero Garduño es en el fondo optimista y permite ver que siempre hay esperanza por desesperada que sea la situación y a mi parecer el libro tiene un gran aliciente: Su extensión; es corta y no rellena ni agota páginas inútilmente en unos tiempos de mamotretos parecidos a interminables guías telefónicas. Y eso se agradece.

Saw 6: cortes dentro y fuera de la pantalla

Se supone que vivimos en una democracia que abolió la censura franquista en 1978 con la constitución Se supone que la clasificación “S” para películas fuertes hace ya años que pasó a mejor vida y se supone que somos uno de los sistemas de exhibición más tolerantes de la Europa comunitaria… El primer aviso sobre la ola de doble moral que se nos avecinaba vino con la retirada de los cines franceses de BAISE MOI (2000) de la novelista y cineasta Vingine Despentes por una denuncia de la extrema derecha francesa retirándola a los cines porno. Aquí se estrenó en las salas de arte y ensayo, cada vez más minoritarias como las salas X, y a la vez alardeábamos de ser más tolerantes que los franceses, hasta finales de 2009. Si algo ha demostrado la prohibición y luego la censura sobre la sexta entrega de la saga SAW, ha sido que nosotros también pecamos de doble moral, sobretodo si vamos alardeando de “librepensadores” y de “tolerantes” por el mundo con la tijera por debajo. Y es que algo huele a podrido en todo esto, viniendo de una ministra de (in)cultura que era guionista y perteneciente a un gobierno “tolerante”. Pienso que siendo un ataque a una película no minoritaria, a la que simplemente se hubiera negado el estreno, como le ha pasado a PIRAÑA 3-D, MARTYRS y otras, sino perteneciente a la saga de más éxito de los últimos años y con una taquilla más que asegurada, las razones podrían ser otras. Más bien me parece una venganza personal de la industria nacional contra la todo poderosa Hollywood que ha “robado” público a nuestro cine desde el nacimiento del cine sonoro. Un desquite efímero y un tiro por la culata, por que ha justificado las bajadas ilegales de Internet, ya que hay un dicho de que todo lo que es prohibido termina dándose a conocer de una u otra forma. Y ha dejado en evidencia a los doble moralistas que van de “progres” por el mundo, ¿acaso nuestras películas de los ochenta como el ATAME de Almodóvar no eran clasificadas X en los USA? Por qué entonces ahora vamos de castradores. Alguien dijo, que la censura, era lo más cercano al fascismo dentro de una democracia y eso no es bueno para nadie. Por que si quieren controlar el pirateo de Internet, lo peor que pueden hacer es ir prohibiendo y mutilando, ya que la bajada de la red, se convertirá en este y otros muchos casos, en la única opción posible.

miércoles, 18 de agosto de 2010

 
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Ladrones de sueños

INCEPTION del británico Christopher Nolan es con diferencia la película sorpresa del verano y una de las películas del año que confirma a Nolan como uno de los creadores más insólitos dentro de la actual industria de Hollywood. En unos tiempos donde la originalidad no brilla allí donde se la necesitaría; las grandes superproducciones, un título como Inception (Intercepción o captura) viene a ser una saludable excepción. Llamada aquí ORIGEN (que títulos se gastan los distribuidores), sorprende primero por su arriesgado diseño de producción a cargo de Guy Hendrix Dias (saga X-MEN, AGORA) de influencia surrealista que recuerda a grandes pintores como René Magrite y juega constantemente con la perspectiva a un nivel casi matemático. En la magnífica Memento (2000), Nolan jugaba a contar desde el final su trama y acabarla al principio de forma que el espectador tenía que reconstruir por su cuenta lo que había pasado y si era real o fruto de un sujeto que como los peces, apenas posee una memoria de minutos. Tras el súper éxito de Batman Begins (2005) y El caballero oscuro (2008), record histórico de recaudación para una de las mejores películas de súper héroes de la historia, y considerada por los cinéfilos como una de las grandes obras fílmicas de la década. Le permitió realizar un proyecto que llevaba mascando desde diez años antes. Bebiendo de títulos como Te amo, Te amo (68) de Alain Resnais, Pesadilla en Ellm Street (84), Desafío total (90), Como ser John Malkovich (99), La Celda (2000), Olvídate de mí (2004),etc… Donde sueño y realidad se confunden hasta mezclarse a un nivel ambiguo, que lleva a preguntarnos constantemente si soñamos sin saberlo o la realidad misma es sueño. Leonardo Di Cario como Dominic Cobb, es un ladrón de sueños al mayor postor corporativo, provisto de una tecnología (el único gadget futurista del filme) que permite a varios sujetos a la vez “entrar” en uno o varios nieles de sueño a un mismo tiempo, que teme la posíbilidad tanto de perder la vida por un trabajo frustrado como de quedar encerrado en un limbo sin noción del tiempo, con alteraciones temporales que en el momento cumbre se llevaran al límite a Cobb y sus compañeros de sueño. Creando todo un alarde de montaje, donde un climax conduce a otro más complejo y sorprendente. Nolan riza el rizo más allá de lo esperable en una superproducción de entre 160 y 200 millones de dólares, lanzada por la publicidad como un nuevo Matrix. Pero allí donde los Wachowsky brothers se iban de la olla con filosofadas vitales (sobretodo en las fallidas segunda y tercera parte) aquí Nolan filosofa con coherencia sobre sacar información o meterla en el subconsciente, suplantar la identidad o vivir años de sueño en unas pocas horas. Partiendo de elementos contemporáneos y actuales, su arquitectura visual se vuelve futurista mediante puesta en escena y atmósfera. Y una canción de Edith Piaff se vuelve un elemento que provoca inquietud. Con un esquema de suspense que evoca tanto a Fritz Lang como a Alfred Hitchcock, Stanley Kubrick (el estádo de ingravidez que se apodera de uno de los niveles) o la literatura paranoica de Philip K. Dick. INCEPTION es lo más original que un servidor ha visto en mucho tiempo y con un reparto de primera: Di Caprio, un Joseph Gordon Levitt que le hace peligrosamente sombra por momentos, excelentes Ken Watanabe, Michael Caine, y un reivindicado Tom Berenger. Atractivas Marion Cotillard y Ellen Page, e inquietantes Cillian Murphy y Lucas Hass. Soplo de aire fresco en tiempos de alarmante sequía creativa INCEPTION nos pregunta si realmente distinguimos entre sueño y realidad o si no habremos soñado desde un principio. Pero que importa, ambas teorías son igualmente válidas.
 
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Simpatia por Stallone

¿Saben?, a comienzos de mi adolescencia, empecé a devorar crítica de cine “progre” allá por los ochenta. Y para la crítica sesuda de entonces, Stallone era el diablo. Él y sus películas representaban lo peor del Hollywood anticomunista de la era Reagan en los últimos coletazos de la ya agonizante guerra fría. Rocky, la saga Rambo y Cobra eran títulos que todos aquellos que leíamos la crítica seria debíamos odiar por Dogma, y que sin embargo consumíamos al igual que todo lo de Schwarzenegger. Sin embargo el paso de los años me llevó a mirar a Silvester Stallone con una entrañable simpatía como un tipo que podía, es más, debía haber aceptado papeles más jugosos de los que interpretaba por costumbre. Le tentaron con personajes que acabó encarnando Richard Gere, le tentó Tarantino entre otros con Dead Proof e Inglorious Bastards y el mismo admitió que le ofrecieron personajes que no aceptó por temor a perder a su público de siempre o tal vez por temor a cambiar de roles. El poli medio sordo de Copland fue una excepción y tal vez debía haber recibido un personaje tan jugoso como el que sacó del ostracismo a Burt Reynolds con Boggie Nights. Por que Stallone no será un actor de primera, pero es un tipo que posee un carisma y una dignidad que le han granjeado un público fiel que recibirá con las manos abiertas la posibilidad de un personaje que lo redima ante la crítica seria. He defendido anteriormente la dignidad y arrojo (en su brutal y sin concesiones tratamiento de la violencia) que poseía Rambo 4. Para un servidor la mejor de todas las secuelas de Acorralado. Y este Los Mercenarios, cuyo título original The Expendables (algo así como Los desechables) me recuerda a ese John Carpenter que reivindica a las estrellas de antaño, relegadas la mayoría a la serie B y Z en el siempre triste terreno del subproducto. Stallone ficha (y de paso reivindica) al inglés Jasón Stathan, el más joven de todos ellos y el más activo actualmente. El rescatado (gracias a El luchador) Mickey Rourke, que al igual que Stallone se debe a sus fans que no olvidaron sus años de gloria allá por los 80, como el resto. Jet Li, Dolph Lundgren, el hermano de Julia, Eric Roberts, los luchadores de Pressing Catch: Randy Couture, Steve Austin y Terry Crews… Y se quedaron en el tintero la fallecida Brittany Murphy , Forest Whitaker, Jean Claude Van Damme, Steve Seagal y con gusto se hubieran unido a la fiesta Michael Dudikoff, la sexy Cinthia Rodtock, y el incombustible Chuck Norris. El argumento es lo de menos, derrocar a un tirano de una república bananera y armar la gorda con un reguero de cadáveres que hagan orgasmar al público entre tiroteos y luchas con guiños gore. Stallone, Bruce Willis y Schwarzenegger compartiendo plano…¿sabían que son socios en la vida real de la cadena de restaurantes Planet Hollywood?. En estos tiempos de reivindicación ochentera (un tanto oportunista en algunos casos), Los Mercenarios es un guiño a ese cine que producía la Cannon, de músculos, violencia desatada, diálogos impagables y esteroides. Pelis palomiteras de sesión doble o triple de barrio o videoclub de cinta VHS. Aquellas que disfrutábamos a modo de placer culpable y ahora Stallone reivindica en un guiño nostálgico a un pasado no tan lejano para sus fans de toda la vida como una forma de decir a las nuevas generaciones.: -¡Eh, no estamos muertos!. Eso sí Sly, a tus 64 años tomate las cosas con más calma, pero no dejes de deleitarnos.

martes, 17 de agosto de 2010

 
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Mondo remake 2

Hay un dicho que afirma que la moda de hoy es basura de mañana y culto de pasado mañana, de ahí que vivamos en una época de reciclaje. De revisionismo nostálgico más que dudoso. Hoy tira el remake y la secuela. Los treintañeros como un servidor se ven a sí mismos como carrozas con un pie en la tumba y las generaciones más jóvenes parecen haber perdido el sentido de la tolerancia y la paciencia frente a todo aquello que no sea carnaza de centro comercial. Crudo lo tiene el cine que se sale de lo normal, que no se doblega a las normas y reglas de papa Hollywood. Aunque cuando Hollywood acierta hay que reconocer que hasta las piedras aplauden. Total, ellos son los amos y de momento lo seguirán siendo. Sorprende el revisionismo de pacotilla que se gastan algunos con el cine y las teleseries de los 80. Tachando de basura sus recuerdos del pasado como si las actuales generaciones nacieran con el derecho a la perfección. ¿Acaso las películas y series actuales no serán puestas a parir dentro de veinte o treinta años, acaso los presuntos clásicos actuales no tienen una fecha de caducidad más cercana de lo que creemos? Aunque más insoportable me parece la ignorancia de las actuales generaciones, cuyo conocimiento de cine clásico de limita a la primera trilogía de STAR WARS (maravillosa por otra parte) y algún título de terror ochentéro…Los clásicos de verdad están ahí para ser revisados, ya sean cine mudo o arte y ensayo europeo. Hace años no soportaba al portugués Manoel de Oliveira. Hoy a pesar de que su nulo sentido del ritmo me sigue espantando, encuentro admirable que un tipo que ha cumplido los cien años, siga dirigiendo casi a un ritmo de título por año. Algo que ya quisieran el 99% de los cineastas actuales, jubilados a la fuerza la mayoría a los veinte o treinta años de carrera. El rockero y cineasta Rob Zombie se quejaba de no poder sacar adelante proyectos originales y saturado de proposiciones de remakes y secuelas. Hace ya tiempo que la tendencia al remake huele a podrido. Un colega decía que no le extrañaba que los guionistas USA fueran a la huelga, es como si vivieran en un paro forzoso ante la falta de creatividad de los tiempos que corren. Por otra parte es evidente esa manía americana a destruir algo para volver de cero para restaurarlo, a recuperarlo. Considerar solo el tiempo futuro a recordar el pasado no con oportunismo sino para recuperarlo en su esencia. Pero no nos dejemos engañar por la teoría, las modas actuales no se van a acabar de aquí a cuatro días, aunque dentro de un par de décadas otro cretino vuelva a ponerlas a parir como antaño pasa con los revisionistas de pacotilla.

lunes, 2 de agosto de 2010

Mondo remake

Hace unos días leí un artículo de Jesús Palacios donde se planteaba la utilidad real de los remakes en estos tiempos de alarmante pobreza creativa. Si estos eran realmente necesarios o un puro (sub)producto fruto del oportunismo comercial de unos productores que echan mano de la nostalgia para salvar sus cuentas corrientes. De una mentalidad de usar y tirar basada en el saqueo de lo que funcionó en su día y tiene (algunas) posibilidades de volver a funcionar. Pero los tiempos no son los mismos que hace 20 o 30 años. Hemos creado un monstruo, Internet, que se lo come todo y echa mano de los éxitos apenas han salido a la luz, poniéndolos al alcance de la mano en una política de todo gratis que amenaza en convertir a las salas de cine en una reliquia del pasado. Además, la gente no aprecia lo que no le cuesta y pocas películas despiertan hoy entusiasmo. Una lista de los miembros de la academia del cine español resume 100 títulos formados por clásicos modernos la mayoría: ¡BLADE RUNNER está en sexto lugar!. Pero la presente década no despierta entusiasmos salvo excepciones (EL CABALLERO OSCURO de Christopher Nolan) y la gran mayoría de títulos pasan de inmediato de moda y son pasto del olvido en solo días. El 90% de los remakes se apoya en la nostalgia de los viejos (y nuevos) aficionados y de los fans de toda la vida. Es ya seguro el remake / ¿secuela? de Total Recall. Dudo mucho que se trate de una fiel adaptación del relato de Philip K. Dick ; más bien será una vacilada llena de escenas de acción que (seguro) carecerán de la fuerza que en su día supo imprimirles Paul Verhoeven. El otro día fui a ver la adaptación al cine de la añeja teleserie EL EQUIPO A. Me sorprende el tono de excesivo entusiasmo por parte de una parte de la crítica, para un guión lleno de lagunas narrativas, personajes estereotipo (de una pieza), o que aparecen y desaparecen de un plano a otro como por arte de magia, movimientos de cámara llevados por un enfermo de parkinson y montaje de lo más caótico. No señores, no me gustó a pesar de que la esperaba con entusiasmo de viejo conocedor de la serie. Y eso que los cuatro protas daban la talla…El siempre excelente Liam Neeson como Hannibal (no podía faltar el purito en la boca), el ligeras de Fénix; un sobreactuadísimo Bradley Cooper. El malhumorado pero entrañable M.A (debutante Quinton Jackson) y el loco Murdock por el sudafricano Sharito Copley (Distrito 9). Pero la película me dejó echando pestes, más cercana a ese par de basuras de LOS ANGELES DE CHARLIE que a MISIÓN IMPOSIBLE que es el tono que debía haber tenido. Unos villanos asquerosos interpretados de forma nefasta y una Jessica Biel que está muy buena…y poco más. ¿Fiel a la serie original?. Hannibal ya no se disfraza, se mata se forma indiscriminada y hay hasta un desnucamiento de lo más explícito. Escenas como la del tanque pierden efectividad por culpa de un montaje caótico y la peor forma de rodar una pelea es con planos cerrados donde no se ve nada y no sabes quien golpea a quien. Y habrá quien dirá que es una obra maestra a pesar de que a un servidor le parece más bien poca cosa. De todo ha de haber en la viña del señor. Fracaso en la taquilla USA y me imagino que también en la del resto del mundo. Donde otro remake, el de KARATE KID acaparará la atención del respetable, a pesar de la bajadas masivas de Internet. No me he molestado en ver PESADILLA EN ELLM STREET con Jackie Earley Haley, ya vi en su día la original y ya caí en la trampa de ver esa bazofia de VIERNES 13 2009 con producción del codicioso Michael Bay. Y no veré la nueva versión que se han perpetrado de esa maravilla sueca que es DÉJAME ENTRAR. Miedo me da DESAFÍO TOTAL con guión de Kurt Winner y le doy un voto de confianza a TRON LEGACY que temo ver traicionado. Pocos buenos (STAR TREK 2009) y la gran mayoría inútiles remakes, los nuevos públicos no tienen memoria y la gran mayoría recurrirá a la web para llenar lagunas. El cine les saldrá gratis y no apreciaran ni lo bueno ni lo malo, ni nada de nada. Y si entraran en la sala será para decir cuatro gilipolleces y salirse sin apreciar lo que han visto. Y dentro de veinte años se volverá a remakear por tercera vez todo, pero para ese tiempo, a nadie seguro le importará lo que se ha hecho o deje de hacer. Es como la escena de la huida del manicomio de Murdock, con gafitas 3-D y un coche dirigiéndose a la pantalla antes de atravesarla. Hollywood ya no sabrá que hacer para llevar a la gente a los cines (si siguen existiendo los cines) y la tercera versión tampoco importará mucho. Y los clásicos se seguirán recordando, pero no lo que se hace ahora. Como no recordamos la gran mayoría de lo que se hizo en los 90. Es el signo de los nuevos tiempos: ver para olvidar. Así de simple.

martes, 29 de junio de 2010

 
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BLADE RUNNER: OBRAS MAESTRAS, OBRAS ALUMNAS

JORGE ZARCO RODRÍGUEZ

Hay un dicho que afirma que no hay obra maestra que no genere homenajes, citas directas o indirectas e imitaciones que a su vez den a luz obras alumnas. Y a su vez hay obras alumnas que dan como resultado obras maestras sin necesidad de citar sus fuentes o citándolas directamente.

Hace años escribí para el fanzine HIPERESPACIO un artículo que citaba casi todos aquellos títulos que se inspiraron en STAR WARS, ya fuera su estética, su diseño o su espíritu y atmósfera. Ahora he decidido hacerlo con Blade Runner como una forma de auto encargo y estoy encantado ya que no podía concebir encargo mejor.

RETROFUTURISMO O STEAMPUNK

Sir Ridley Scott nunca hubiese diseñado el 2019 que todos conocemos de no existir antes un modelo de referencia como es METRÓPOLIS (1926) de Fritz Lang y el expresionismo alemán de entreguerras, tanto como el cine negro de la Warner de los años 30 y comienzos de los 40. El diseñador de producción Lawrence G. Paul ha sugerido que sería recomendable ver ambos títulos en sesión doble para comparar influencias tanto estéticas como arguméntales. Lang se inspiró en Nueva York, llevando a su extremo la posibilidad de concebir la metrópolis en megalópolis ahogada en sí misma. Aplastada por su gigantismo, y la radical separación de poderosos y sometidos, donde la réplica robótica de María amenaza con una guerra de clases que hunda a la futura torre de Babel en el caos. Lang la detestó al haber sido mal interpretada por los nazis y huyó de Alemania intuyendo el negro futuro que le aguardaba a un judío como él bajo el tercer reitch, mientras la autora del libreto, su esposa Thea Von Harbou se afiliaba al partido nazi.

10 años después, otro escenógrafo metido a cineasta; William Cameron Menzies adaptó la novela de H.G.Wells THINGS TO COME (36) especulando con uno de los primeros filmes apocalípticos de la historia; el estallido de la guerra mundial, la desolación del caos de la posguerra y el renacer de la civilización gracias a la ciencia. El húngaro Moholí Nagy diseñó su futuro de formas aéreas, marcando estilo en el arte e ilustración posteriores. Adivinando quizá la segunda guerra mundial que se avecinaba y la posterior carrera espacial.

A medio camino entre el POP-ART imperante en la época y un realismo mágico de matiz poético, François Truffaut entremezcló elementos del pasado y el futuro distópico de su única incursión fantacientífica FARENHEIT 451 (66) mostrando el futuro como una proyección de su presente. Siendo quizá una de las mejores adaptaciones de Ray Bradbury. Dicho de paso, es uno de los títulos favoritos de Spileberg.

Y si hay un claro precedente de BR a nivel estético, fue obra de George Lucas; THX 1138 (71) es una insólita y radical distopía de arte y ensayo donde los sujetos son números, quizá clones controlados por robots policía en ciudades subterráneas de las que hay que escapar. Donde el color blanco lo invade todo como las drogas de la felicidad en una estética que se adelantó radicalmente a su tiempo, adivinando varios temas fetiche del ciberpunk y quedando en un film isla que nadie, ni el propio Lucas quiso continuar. Y es que la luminarias de STAR WARS estában por venir.

Muchos afirman que LA NARANJA MECÁNICA (71) del gran Stanley Kubrick se adelantó al punk y quizá también al ciberpunk, donde partiendo de escenarios y localizaciones reales, contemporáneas de su tiempo, se proyectan al futuro inmediato con pura puesta en escena a una Inglaterra ultraviolenta, imaginada por Anthony Burgess e interpretada por un Malcolm McDowell soberbio, cuya presunta redención y curación final tras sufrir la extirpación de sus instintos es posiblemente una mascarada que demuestra que por mucho que viajemos hacia el futuro, las peores miseria humanas seguirán estando presentes.

Desconocida y olvidada ZERO POPULATION GROTH (72) de Michael Campus proponía un mundo que prohibía la natalidad, oculto tras una neblina producto de la contaminación extrema entre rascacielos y naves vigilantes. Que hoy pasaría como un descarado panfleto pro natalidad.

E insólita fue la solución Andrey Tarkovsky para la primera (y mejor) adaptación de SOLARIS (72), para escenificar la ciudad del futuro: El Tokio de 1972 filmado dentro de un coche con el sonido distorsionado e iluminado con neones. Sencillo y a la vez desconcertante pero su solución visual funciona. Tanto como los replicantes que va creando el planeta creado por el novelista Stanislaw Lem, para comunicarse con los humanos de una estación que orbita al borde de la locura.

Más sucio y peligroso era el 2022 de Soylent Green (73) de Richard Fleisher, con una humanidad hacinada en una Nueva York superpoblada y condenada al canibalismo, sin saberlo- Poseedora quizá de la conclusión más desoladora del cine de ciencia ficción con Charlton Heston suplicando al borde de la muerte, una ayuda al género humano, condenada al silencio. Eran tiempos menos complacientes con la taquilla.

Y robots había tanto en la divertida EL DORMILON (73) de Woody Allen como en el debut como director del novelista Michael Critchton en ALMAS DE METAL (73) y su secuela MUNDO FUTURO (76). Con Allen son pasivos y superficiales. En las de Critchton, un ejercito de actores de parque temático llamados a una sangrienta rebelión, hartos quizá de su condición de títeres de diversión para adultos. Yul Brinner con el cowboy de ojos dorados creó escuela con su interpretación, inspirando a los futuros TERMINATOR.

THE STEPFORD WIVES (75) de Brian Forbes, es la pesadilla de toda feminista; una colonia de mujeres robot pasivas y superficiales, el ideal de esposa perfecta llevado a su extremo. Su lamentable remake no le hace en absoluto justicia a la inquietante trama original de Ira Levin.

PROGRAMA FINAL (75) adapta el barroco universo del escritor Michael Moorcock y su agente Jerry Cornelius en la conspiración que produzca el primer autentico hermafrodita capaz de reproducirse a sí mismo. Obra de otro diseñador de producción metido a cineasta, el reivindicable Robert Fuest, concibe el futuro como ruina del pasado, anticipando algunos temas del ciberpunk que estaba por venir.

Y no evito preguntarme cuanto hay de ROMA (75) de Federico Fellini en Alien y Blade Runner. Tanta quizá como LA HUELLA (72) de Joseph L. Mankiewitz. Al igual que los cuentos de Fellini me recuerdan lo mejor de Scott : La excavación de un túnel de metro que descubre catacumbas del Imperio Romano, me evoca a la investigación de la nave alienígena por los tripulantes del Nostromo. Y esa avenida atestada de coches y azotada por la lluvia por la que irrumpe un caballo blanco, me recuerda las calles por las que circula Deckard y al unicornio que habita su subconsciente. Fellini quiso rodar ciencia ficción con diseños de Jean Giraud Moebius … que gran obra maestra nos perdimos. Y la lúgubre mansión de LA HUELLA, habitada por muñecos, maniquíes y autómatas, me hace pensar en la casa del trágico J.F. Sebastian que se fabrica amigos para sobrellevar su soledad.

LA FUGA DE LOGAN (76) significaba los últimos coletazos del Pop-art y la psicodélia en el diseño de producción, antes de que STAR WARS impusiera una revolución en el concepto de un diseño y tecnología más verosímil y creíble de cara al espectador. La influencia estética de los 60 había terminado. Y Logan y compañía lo pagaron en una aventura que debió haberse estrenado unos seis años antes. Como ha pasado con TRON, será carne de remake.

Y el satanista y esotérico Donald Cammell dio a luz al bebé replicante de ENGENDRO MECÁNICO (77), cuya conciencia habitará un súper ordenador que desea ser mortal, inseminando a una mujer humana. Producida por Herb Jaffe, un tipo que pudo haber financiado en su lugar SUEÑAN LOS ANDROIDES CON OVEJAS ELECTRICAS. Un proyecto para el que se barajó un guión del mismo PHILIP K. DICK, y que calló en saco roto, antes de que Hampton Fancher y Briam Kelly se hicieran con los derechos.

En medio de la moda de guerras espaciales, el canadiense David Cronenberg imaginó una Canadá de pasado mañana donde dos hermanos telépatas se enfrentan a muerte. Sin más necesidad que elementos contemporáneos de su época SCANNERS (80) demuestra que el diseño futurista es a veces, simple cuestión de atmósfera.

Y John Carpenter imaginó un Manhathan tercermundista, reciclado en mega prisión , donde Snake Plissken, un tipo con un parche de pirata y pasado militar, ha de rescatar a un presidente a riesgo de perder su propia cabeza. 1997: RESCATE EN NUEVA YORK (81) creó escuela al igual que Mad-Max en su estética apocalíptica y su pesimismo sobre los peligros que se avecinan.

Pese a transcurrir en el espacio, el intento de realismo en el diseño de ATMOSFERA CERO (81) de Peter Hyams en sus mejores momentos, se deba en que Blade Runner y esta comparten productora; The Ladd company , y ser un insólito remake de SOLO ANTE EL PELIGRO con Sean Connery evocando el espíritu de Gary Cooper.

Y saltando al terreno del comic, Dan O´bannon, guionista de Alien, escribió una novela gráfica para que Jean Giraud Moebius la publicara en la revista METAL HURLANT, cuyos diseños de vehículos y rascacielos marcaron el estilo a seguir por Ridley Scott y su equipo artístico… THE LONG TOMORROW (77) inspiró el concepto visual de la ciudad del 2019 de Ridley Scott. De hecho, la colaboración de Moebius en el filme de animación LOS AMOS DEL TIEMPO (82) de Rene Laloux , le impidió dedicarse a Blade Runner, una colaboración que el genial ilustrador francés siempre lamentó no estar presente como lo había hecho con Alien.
POSTFUTURISMO O CIBERPUNK:

Y se estrenó Blade Runner. Y cuenta la leyenda que el escritor canadiense William Gibson salió a dar una vuelta tras aporrear su máquina de escribir y se fue al cine… saliéndose a mitad de película visiblemente perturbado. Aquello se parecía demasiado a lo que tenía en mente: la novela seminal del ciberpunk NEUROMANTE (84). Y de hecho Gibson ha afirmado nunca poder completar un visionado de la obra magna de Ridley Scott. Pero yo nunca me he creído esa leyenda urbana. Claro que Gibson ha visto enterita Blade Runner y todo film ciberpunk que se precie, por la cuenta que le trae.

Coincidieron en su rodaje y ambos son títulos clave del movimiento ciberpunk coincidencias aparte; Una atmófera multicultural, una geisha en una video pantalla y un protagonista obligado /programado a ser un cazador. Pero VIDEODROME (82) de David Cronenberg, muestra un universo cruel y conspiranoico, con un canal de Snuff Movies que amenaza con lobotómizar a su audiencia y un James Woods convertido en contra de su voluntad en un vídeo viviente en medio de una guerra entre corporaciones. Al igual que Blade Runner, VIDEODROME se adelantó a su tiempo y siendo alabada por Andy Warhol, sentó muchas bases del posterior cine de realidad virtual.

COPIA, COPIA QUE ALGO QUEDA:

Y Roger Corman sin perder el tiempo, estrenó su copia / homenaje: ANDROIDE (82) con un Klaust Kinsky que desea crear a sus Adán y Eva, antes que estos alimenten deseos de rebelión y descubran al destruir a su creador, que es a su vez otro Androide que soñó con ser humano. Ambientada en una estación espacial, el presupuesto no permitía derroches, como toda producción Corman.

Y de la serie B a la Z del italiano Lucio Fulci con la demencial ROMA 2072 LOS GLADIADORES (83) con unas naves y maquetas dignas de juguetes tente y que pegaban el cantazo en todo momento.

Pero Terry Gilliam tenía su propia visión del futuro como un desecho del pasado. BRAZIL (85) fue la respuesta británica a Blade Runner y un homenaje / parodia del libro 1984 de George Orwell. Gilliam despliega una desbordante imaginación en todos sus planos y crea una espantosa distopía totalitaria. Gilliam y su escenógrafo Norman Garwood visualizaron uno de los más desoladores finales felices que se puedan imaginar: Cuando todo esté perdido, la única salvación será la locura. Muchos han visto en la conclusión de Brazil un malicioso guiño al final impuesto por los productores a Scott. El resultado es una obra con personalidad propia, como todas las películas de Gilliam.

Igualmente barroco e imaginativo, David Lynch tuvo muy en cuenta a Scott para visualizar la ciudad Harkonen en su adaptación de DUNE (84) que suele ser detestada por los fanáticos de la saga literaria. Pero a mí me encanta.

PURO ARTE Y ENSAYO:

Europa, siempre dispuesta a ser la vanguardia artística de todo, se suma a la influencia y un debutante Lars Von Trier desde Dinamarca se inspira en un futurismo tenebroso de cara a su impactante EL ELEMENTO DEL CRÍMEN (84), aunque su poesía visual esté más cerca de Tarkovsky .

En Polonia, Julius Machulsky se toma a broma su mundo de féminas en la algo misógina SEXMISION (85), y el resultado es más bien, poquita cosa.

TECHNOIR USA:

Michael Critchton convierte al simpático Tom Selleck en un cazador de mini robots asesinos, programados por el guitarra de KISS, Gene Simons en RUNAWAY: BRIGADA ESPECIAL (85).

EL anarquista Álex Cox hace de Emilio Estévez un recuperador de coches robados con extraterrestre dentro, en medio de un L.A. neofuturista en la recuperable REPOMAN (86), no confundir con las posteriores REPO: the genetic ópera (2008) y REPOMEN (2010) sobre recuperadores de órganos sacados a lo vivo.

Y Arnold Schwarzenegger juega a la caza del hombre en un L.A. del ¡2019! en la muy hortera PERSEGUIDO (86), plagio de la francesa EL PRÉCIO DEL PELIGRO (82).
Sin olvidar a una mercenaria Melanie Griffith a la búsqueda de un androide femenino en la no menos hortera CHERRY 2000 (87).

El holandés Paul Verhoeven admira Alien y Blade Runner a pesar de querer distanciarse de ellas todo lo posible, y ROBOCOP (87) no las recuerda en apariencia, pero el ciborg que desea volver a ser humano pudo haberlo protagonizado Rutger Hauer y Michael Ironside ser el villano… lastima, pero con ROBOCOP nació otro título clave de los 80 junto a TERMINATOR (84).

La teleserie de culto canadiense MAX HEADROOM (88-89) hacía explícita su principal fuente de inspiración junto a todos los clásicos temas del ciberpunk. Lastima que se quedase en una insólita rareza. Y es que Blade Runner ya era de consulta obligada.

Desde Nueva Zelanda, Vincent Ward hacía viajar en el tiempo a un grupo de mineros medievales a una ciudad contemporánea, vista como un lugar desconocido y terrible en la recuperable NAVIGATOR: UNA ODISEA EN EL TIEMPO (89).

Y un autor de la talla de Tim Burton, visualizó su gótica GOTHAN CITY a medio camino entre el futurismo y el terror en BATMAN (88) y BATMAN RETURNS (91). Aunque un servidor prefiera el inquietante realismo que desprende la posterior EL CABALLERO OSCURO (2008) de Christopher Nolan, partiendo de localizaciones totalmente reales de Chicago y Hong-Kong. El mundo de Blade Runner ya existe a nuestro alrededor.

En Japón, Katsuhiro Otomo con su obra seminal AKIRA (88), mezcla misticismo y acción en una coctelera visual deslumbrante, dando relevo al manga moderno y todo el anime que ha venido después.

Y Paul Verhoeven vuelve a adaptar a Philip K. Dick en DESAFÍO TOTAL (90) ejemplo perfecto donde un director con personalidad y arrojo se sitúa por encima de un penoso diseño de producción y vestuario que no le hace ninguna justicia a su presupuesto de 60 millones de dólares. Parte del cual se lo embolsó su protagonista, Schwarzenegger. A pesar de lo cual Verhoeven consiguió salvar una situación que terminó con diarreas por el agua contaminada y con su director con inyecciones de vitaminas para combatir el agotamiento en los estudios Churubusco de Méjico D.F. Y lo que no sabemos todavía de lo que debió ocurrir en su extenuante rodaje, tanto como debió serlo el de DUNE.

Uno de los directores más activos (y con mayor filmografía) de la serie B, Albert Pyun juega en Hawai con una guerra de ciborgs en la espectacular NEMESIS (90), un título a recuperar. Lawrence G. Paul diseñador de BR, le hace guiños evidentes en REGRESO AL FUTURO 2 (89), PREDATOR 2 (90) y la posterior 2013: RESCATE EN L.A. de un John Carpenter cada vez más alejado de los convencionalismos de Hollywood.

El sudafricano Richard Stanley mezcla BR y Terminator con dosis de esoterismo y antropología y el resultado es una de las mejores imitaciones del clásico de Scott: HARDWARE: PROGRAMADO PARA MATAR. (90) Posee un robot casi satánico destinado a exterminar a la especie humana como un mesias apocalíptico. Un título a reivindicar. Mucho más logrado que otros títulos ciberpunk más populares.

Y de CIBERPULP se podría definir la mediocre SEGUNDO SANGRIENTO (91) de Tony Maylan. Con un eficiente diseño de producción en una Londres del 2008 sumergida bajo las aguas e invadida de ratas, un Rutger Hauer recuperado para la causa y un monstruo serial killer que nos recuerda demasiado a Alien. Pero todo se queda en una vulgar peli de parejas de polis que desaprovecha su sugerente punto de partida.

MÁS ARTE Y ENSAYO:

De vuelta a Europa, dos cineastas “respetables” deciden probar suerte con la ciencia ficción a raíz de la caída del muro de Berlín. Win Wenders rueda en varios países HASTA EL FIN DEL MUNDO (91) pretenciosa y fascinante, a la vez que irregular, posee momentos realmente brillantes (la grabadora virtual de sueños) pero la impresión general es que a Wenders su ambición termina desbocándose y da la impresión de tener entre manos un juguete tan caro como incontrolable. Lastima. Más tranquilo se revela Claude Chabrol con DR M (91), donde un homenaje al doctor Mabuse de Fritz Lang, sirve de excusa a una conspiración que desembocaría en un suicidio colectivo a partir en un mensaje codificado en un spot publicitario. Ambas se sitúan en 1999. Y el Belga Jacko Van Dormael rinde homenaje en las fugaces pero evidentes escenas futuristas de la entrañable TOTO EL HEROE (93).

Tras el éxito de Desafío Total, el productor y guionista Ronald Shussett planea repetir la jugada con FREEJACK (92) de Geoff Muffy , fallida adaptación de Robert Sheckley con Mick Jagger y Anthony Hopkins persiguiendo a Emilio Estévez en un 2009 ya superado. Cuenta la leyenda que se sometió desde el principio a una sangrante autocensura y que existen dos o tres versiones distintas con un nivel de violencia mucho mayor que el que terminó llegando a las pantallas.

El video clipero Russell Mulcahy transforma Buenos Aires en la demencial metrópoli de LOS INMORTALES 2 (91) y David L. Snyder escenógrafo de BR, recrea su buen hacer como director artístico con las penosas SUPERMARIO BROS (92) y DEMOLUTION MAN (93). ¿Y España? El vasco Álex de la Iglesia, dibujante y escenógrafo debuta con la megalómana ACCIÓN MUTANTE (93) que a un servidor nunca le ha parecido esa obra magna que tanto oportunista clama a los cuatro vientos. No señores, nunca me ha gustado. Abrió de paso expectativas de una ciencia ficción en nuestro país que nunca se vieron cumplidas. España sigue siendo “diferente” .

¿Y fuera de la ciencia ficción? Los góticos se adueñaron de su estética más siniestra con títulos como la saga de EL CUERVO (94) iniciada por Álex Proyas fue más popular por la muerte accidental de Brandon Lee que por la inspirada escenografía de Álex McDowell, un tipo del que volveré a hablar. O el reciente musical psicodélico REPO: THE GENETIC OPERA (2008) que mereció más fortuna.

Y 1995 trajo un boom de ciberpunk, el movimiento que se adueñó del estilo de BR como las Space Operas están en eterna deuda con Star Wars , eso sí, con más buenas intenciones que buenos resultados. JUEZ DREED (95) de Danny Cannon plagiaba escenas enteras de B R , cargando el protagonismo a un Stallone que traicionaba al personaje original de los comics, evitando la feroz sátira sobre el fascismo que posee la obra original y reduciéndola a una peliculita de usar y tirar que con toda justicia se estrelló en taquilla.

JOHNNY MNEMONIC (95) filmada por el artista escénico Robert Longo era la primera adaptación del guru del ciberpunk William Gibson que escribió un guión, destrozado en la sala de montaje por los magnates que la produjeron, haciendo incomprensible la trama y desaprovechando el brillante diseño de producción de Nilo Rodis Jamero. Quien también se encargó de la escenografía de la horrenda VIRTUOSITY (95) a cargo del siempre lamentable Brett Leonard.

Pero hay felices excepciones: DIAS EXTRAÑOS (95) contaba con diseños de Syd Mead (el visual futurist de BR), producción de James Cameron, guión de Cameron y Jay Cocks (colaborador de Martín Scorsese) y dirección de una inspirada Kathryn Biguelow en un thriller de grabaciones virtuales de experiencias extremas cercanas a la muerte a las puertas del 2000. Una fecha demasiado cercana y ya superada para un título que no ha perdido efectividad, y que ganará con los años.

Y fuera de la sci-fi, David Fincher demuestra ser uno de los mejores alumnos de Scott, no solo copiando sus luces y sombras, sino en moverse como un autor con luz propia. La atmósfera visual de BR: Lluvia, niebla y penumbra es calcada en el thriller SEVEN (95) donde los replicantes son sustituidos por un asesino en serie (impresionante Kevin Spacey) y la brillante ZODIAC (2007) donde recrea esa atmósfera a comienzos de los 70, sobre la estela que dejó tras de sí el asesino del Zodiaco al que nunca se capturó.

Y volviendo a Japón, Mamoru Oshii adapta al brillante dibujante y diseñador Mashamune Shirow en GHOST IN THE SHELL (95) y GHOST IN THE SHELL 2: INNOCENCE (2004) en la que es considerada por muchos como la digna sucesora de AKIRA. En 2001, Oshii viajará a Polonia para rodar en imagen real la insólita AVALON, extraña mezcla de la sensibilidad manga, con un estilo visual europeo que como tantos casos, merecía mayor fortuna de la que tuvo.

12 MONOS (95) es el regreso de Terry Gilliam al ciberpunk tras Brazil, aunque hace un notable esfuerzo por hacer a nivel visual algo realmente nuevo, en este brillante remake del mítico corto LA JETEE (62) de Chris Marker , adaptado por David Weeb Peoples , co-guionista de… ya se lo imaginan.

SPAWN (97) se limita a copiar la estética de lo más evidente al igual que la trilogía de los X-MEN y todo film de superhéroes que se precie.

AUTORES Y FANS:

Volviendo a europa, el italiano Gabriele Salvatores realiza con NIRVANA (97) el filme de C-F más ambicioso producido en Italia y en Francia el siempre megalómano Luc Besson adapta un guión de adolescencia con brillantes diseños futuristas del genial Jean Giraud Moebius y Jean Claude Mezieres. Pero EL QUINTO ELEMENTO (97) peca de un desarrollo demasiado adolescente, a pesar de brillantes soluciones visuales como el atasco aéreo en medio de la metrópoli, algo que Besson pudo permitirse con un presupuesto se 80 millones de dólares, aunque el resultado no sea para tirar cohetes.

En Australia, Álex Proyas se revela otro alumno aventajado con DARK CITY (98) homenaje tanto a Scott como a Fritz Lang y a Murnau (Nosferatu) y al cine negro clásico. Y los ciberpunks la emprenden con el siempre personal Abel Ferrara que adapta a William Gibson (mejor que en Johnny Mnemonic) con NEW ROSE HOTEL (98) insólita pieza de arte y ensayo, incomprendida y despreciada por aquellos que debían defenderla.

SOLDIER (98) de Paul W.S. Anderson parte de un guión original de David Weeb Peoples, donde se especula sobre esas batallas estelares donde pudo haber participado Roy Batty , a través de un súper soldado, Kurt Russell (el inolvidable Snake de Carpenter) destinado a salvar a toda una comunidad. El escenógrafo David L. Snyder también estaba a bordo.

Y llegó MATRIX (99) de los hermanos Andy y Larry (ahora Lana tras un cambio de sexo) Wachowsky ; la más ambiciosa de las obras sobre ciberpunk rodada hasta la fecha. Llena de filosofía, metáforas y alusiones judío cristianas, (Neo es Jesucristo, el agente Smith ,Satanas. Etc..), lucha made in Hong Kong, acción para alucinar al respetable y un brillante diseño de producción de Owen Patterson sobre dibujos del ilustrador Geoff Darrow. Amada por unos y odiada por otros, MATRIX debe verse como la obra más influyente a nivel estético de la década. Lastima que sus secuelas se quedaran muy por debajo de la frescura que desprendía la primera entrega. Algo que podría pasarle al AVATAR (2009) de James Cameron, ya que los estudios de Hollywood tienden a exprimir a la gallina de los huevos de oro, hasta reventarla.

CAMPO DE BATALLA: LA TIERRA (2000) de Roger Christian homenajea mil y un títulos a la vez, producida por John Travolta para la iglesia de la cienciología , y adaptando el bestseller de su creador L.Ron Hubbard , muchos la han votado como la peor película de la década y pese a todo, se deja ver.

EL SEXTO DÍA (2000) de Roger Spotiswoode , Schwarzenegger intenta recuperar el estilo de Desafío Total con una trama de clonación humana; un entretenimiento que pudo ser más ambicioso.

Tras GLADIATOR (2000) a Ridley Scott se le nota la nostalgia hacia su obra maestra, haciéndole guiños desde la antigua Roma, tanto en la escenografía como en la puesta en escena. Como un doctor Frankenstein, su criatura ha cogido vida propia y no puede negarlo

Y un narrador más prestigioso que Scott; Steven Spielberg también desea viajar y ver el futuro. Tanto INTELIGENCIA ARTÍFICIAL (2001) como MINORITY REPORT (2002) son brillantes ejercicios de futurismo aplicado, de especulación creativa basándose en obras de Briam W. Alldiss y Philip K. Dick. Spielberg recupera lo que debía ser la última obra del genial Kubrick y la posible secuela de Desafío Total. Lastima que en algunos momentos amenace con caer en su talón de Aquiles: el sentimentalismo.

Sumándose a la moda Matrix , EQUILIBRIUM (2002) de Kurt Winner mezcla acción made in Hon Kong con una lograda estética fascista, lo que debería sumarse en más éxito del que tuvo, solo estando disponible a través de la red.

Segunda versión de la novela de Stanislaw Lem SOLARIS (2002) de Steven Soderberg visualiza su ciudad del mañana mediante una idea brillante, desenfocando sus contornos vemos las siluetas de los edificios y las luces, pero no las formas de esa presunta ciudad del futuro mostrada como una ensoñación.

STAR WARS: GUERRAS CLON (2002) George Lucas copia L.A. 2019 en la ciudad galáctica de Coruscant en el universo de una galaxia muy lejana… y estéticamente lo hace muy bien, pero un servidor prefiere la primera trilogía con diferencia.

Y el mejicano Guillermo del Toro al igual que David Fincher copia la atmósfera y algunas escenas tanto para BLADE 2 (2002) como en la posterior HELLBOY 2 (2007).

Más trabajada, homenaje directo a su trama y estética y más difícil, intento de capturar su esencia, su espíritu y personalidad. El sur-coreano Byung-Chun Min intenta el homenaje definitivo a BR con NATURAL CITY (2003), tomando a la vez elementos del romanticismo de Wong Kar Wai, el más prestigioso de los cineastas chinos. E inédita en nuestro país, como tantas otras.

E inspiración es lo que le falta a la desastrosa EL SONIDO DEL TRUENO (2004) o como Peter Hyams fue cargándose su prestigio pasado y de paso el excelente relato de Ray Bradbury. Lamentable.

E incomprensible fue que tanto INMORTEL (2004) como el resto de películas del clásico dibujante y cineasta Enki Bilal permanezcan sin estrenar en nuestro país. Bilal adaptó su popular comic La feria de los inmortales, y sus secuelas. Pero si no se logra distribución ni estreno, es como si una película no existiera. Y eso es una putada.

Álex Proyas desde Canadá, adapta la largamente deseada YO ROBOT (2004) ¿O quizá no?; porque pienso que no solo no adapta ninguno de los cuentos del libro original de Asimov, si no que traiciona su mito del buen robot a costa de la acción porque sí. Demasiado dinero invertido y buscar beneficios de cara a la taquilla. Lo de siempre.

Y la segunda lectura de la popular teleserie GALACTICA (2004-2008) recuerda al Philip K. Dick de la novela corta “La segunda variedad” con sus 12 modelos Cylon infiltrados entre los humanos, del que es uno de los mayores éxitos críticos de las teleseries de C-F hasta la fecha.

El exquisito Wong Kar Wai realiza desde Hong Kong la insólita 2046 (2004), melancólico poema amoroso de un escritor que combate su desamor imaginando el amor imposible de dos androides. En un homenaje al género dentro de la apariencia engañosa de una película “seria” de arte y ensayo, que fue recibida con injusto desconcierto por la crítica “respetable”.

Más prestigio con GATTACA (98) de Andrew Niccoll y CÓDIGO 46 (2005) de Michael Winterbotton. Preciosistas, sensibles, e inspiradas en los universos expresionistas de Fritz Lang, hablan de un mundo de clones e investigadores genéticos donde la “normalidad” de la masa común ha sido marginada en un falso “Mundo feliz”, controlado por una minoría tan favorecida como despota.

El mejicano Alfonso Cuaron adapta a P.D. James en HIJOS DE LOS HOMBRES (2006), intento de C-F “realista” en un mundo condenado a la infertilidad y el tercermundismo; es uno de los títulos más celebrados por los aficionados en los últimos años donde la escenografía envejece Londres como reflejo de la decadencia social que podría sacudirnos una crisis social de un futuro cercano sin tener que caer en lo apocalíptico.

Kurt Winner se hunde en la vacilada más impagable con ese placer culpable que es ULTRAVIOLETA (2006) rodada en el enjambre de rascacielos de Shangay . Y Michael Bay intenta rodar su mejor película con LA ISLA (2006), una relectura de La fuga de Logan, con sus clones huyendo al exterior de un falso paraíso, pero su naturaleza de fabricante de Blockbuster para la taquilla le traiciona y al final le sale otro placer culpable. De paso, digo que la crítica le considera uno de los peores directores de la historia; se lo habrá ganado a pulso.

IMPOSTOR (2006) vuelve a adaptar a Philip K.Dick y la verdad es que… funciona, con un científico que podría ser una replica de sí mismo y no saberlo. Espíritu de serie B y presupuesto de serie A.

Los franceses pecan de pretenciosos con CHRISALIS (2007). Pero la bomba del escándalo llega con un Mathieu Kassowitz que reniega a gritos de su BABILON A.D. (2007), destrozada en la sala de montaje (como Freejack y Johnny Nmonic ) por los magnates de la 20 Centhury Fox . La que debió ser el perfecto homenaje al 25 aniversario de Blade Runner, se quedó en un despropósito que se saldó además en un fracaso de taquilla pese al protagonismo de Vin Diesel. Las desgracias nunca vienen solas.

Y posiblemente WHATCHMEN (2009) de Zack Snider , ganará con los años al ser un punto y aparte en el universo de las adaptaciones de superhéroes. Adaptando el prestigioso comic de Alan Moore y Dave Gibbons, propone un mundo de antihéroes en decadencia a través de un pasado “futurista” situado en el 1986 de un universo paralelo diseñado por el siempre eficiente Álex McDowell.

El resto son guiños: Las ciudades Klingon edificadas sobre piedra de STAR TREK 2009. El ciborg con alma de TERMINATOR SALVATION (2009) o la sociedad donde todos tendremos nuestro doble robótico en LOS SUSTITUTOS (2009) de Jonathan Mostow. Christopher Nolan nos sumergirá en una grabadora de sueños con ORIGEN (2010) y Robert Rodríguez mostrará su particular versión de BR con NEVERACKERS.

Y no hablo de spots publicitarios, video clips, moda y arte… Me volvería loco señores.
Y las que están por venir.

domingo, 27 de junio de 2010

 
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1982: AÑO DE GLORIA PARA EL CINE FANTÁSTICO.

1- BLADE RUNNER de Ridley Scott
2- E. T. EL EXTRATERRESTRE de Steven Spielberg
3- LA COSA de John Carpenter
4- CONAN EL BARBARO de John Milius
5- VIDEODROME de David Cronenberg
6- TRON de Steve M. Lisberger
7- POSESIÓN INFERNAL de Sam Raimi
8- EL SEÑOR DE LAS BESTIAS de Don Coscarelli
9- POLTERGEIST de ¿Tobe Hooper?
10- CREEPSHOW de George A. Romero

En 1982 yo tenía ocho años y el mundo se me presentaba lleno de sorpresas, como suele ser la visión de un niño que está descubriendo su entorno. Y las salas de cine eran un pastel lleno de sorpresas. Pero para un servidor en aquellos años solo existió E.T. El resto fue posterior a lo largo de los 80, salvo quizá TRON que vi gracias a mi tío Julio que nos invitó a mi hermano mayor y a mí por pura casualidad. Blade Runner no la descubrí hasta la semana santa del 84. Y Poltergeist y Creepshow adquirieron categoría de leyenda urbana por los comentarios de mi hermano y sus colegas. Soy de la generación del videoclub, que me permitió acceder a títulos casi sagrados como La cosa, Videodrome o Posesión Infernal, cuya carátula con sus poseídos de ojos inyectados en rojo y boca sangrante me provocó no pocas pesadillas aquellas veces que visitaba los videoclubs. Y los pases televisivos me revelaron Conan el bárbaro, y El señor de las bestias, a la que sumaría Cristal Oscuro o Star Trek 2 : La ira de Khan.
Títulos clásicos todos ellos que amenazan los remakes sacrílegos por parte de una industria asustada ante las taquillas vacías y que apuesta por lo seguro: La nostalgia de los aficionados. Los videoclubs desaparecen por culpa del pirateo y la total falta de exigencia del público ante los formatos exhibidos. Aunque peor es el cierre de las salas de cine. Internet lo devora todo; aunque siendo realistas, en menos de 10 años será lo único que tengamos…puede que dentro de cinco… Ya la T.V. por vía satélite lo absorbe todo y los libros electrónicos harán del papel impreso, pieza de coleccionismo.
Ya veremos si no nos exponemos en estos tiempos de crisis mundial a la desaparición de la gran mayoría de los profesionales del audiovisual. Porque las bajadas gratuitas no dan muchos beneficios que digamos. Ahora no veo mayor misterio por el mundo. Todo me sabe a DEJA VU (ya visto) y la verdad es que la crisis mundial no creo que provoque de momento el fin del mundo, pero sí va a dejarnos bien jodidos. ¿Por qué está de moda el revival, por qué nos remontamos a décadas pasadas como si echáramos en falta la nostalgia de otros tiempos?. Acaso no reina la impersonalidad actualmente…
Y me dejo en el tintero numerosas pelis de serie B (ANDROIDE, PARÁSITO) y Z (NO VAYAS AL BOSQUE SOLA, TERROR FINAL, MIL GRITOS TIENE LA NOCHE) porque posiblemente se produjeron un centenar de títulos fantásticos en dicho año y porque seguro que me dejo en el tintero alguno que otro. Pero he decidido apostar por lo seguro, por aquellos títulos que están en la mente de todos los aficionados:

BLADE RUNNER es una de las cinco grandes obras maestras de la ciencia ficción de todos los tiempos, las otras son, según algunos críticos: 2001, SOLARIS de Tarkovsky, METROPOLIS y ALIEN, y olvidamos Star Wars , Mad-max, MATRIX etc…Y se ha escrito tanto sobre BR . Yo mismo escribí un ensayo allá en el 2000 para una web que ya no existe y que no leerían muchos. Solo decir que tardé en comprenderla, que me perturbó muchísimo aquel primer visionado en el vídeo de mi tío y que no llegué a amarla hasta un segundo o tercer visionado. Ahora es mi película favorita y he coleccionado desde ediciones de lujo, hasta libros y ensayos sobre ella. Que podría decir de ella que no se haya dicho ya, sin contar los plagios / homenajes que ha generado con los años. ¿Acaso no llegó a cambiar la sociedad a nivel estético y sociológico? Y del filme underground LIQUID SKY… ¿alguien se acuerda?.

E.T. EL EXTRATERRESTRE fue todo para mí por aquellos años. Un amigo al que querer, un comic que dibujar (que nunca terminé), una colección de cromos que componer (¿qué fue de aquel álbun?) y un muñeco (o dos) de los que presumir. Provocó mares de lágrimas (las mías también) y un sentimiento de inocencia perdida que el mismo Spielberg no ha podido recuperar en ninguna de obras posteriores. Menos conocida es la trágica historia del dibujante de comics Joaquín Blanquez, que perdió la salud y finalmente la vida en un intento de acusar de plagio a Spielberg por el diseño de la criatura (Carlo Rambaldi fue su principal creador). Que dibujó para la Warren comics en 1977. Su causa nunca prosperó y drogas y depresión hicieron el resto. Pide a gritos una reivindicación, que sea pronto.

LA COSA es la obra maestra de un cineasta de culto: John Carpenter poseedor de un estilo clásico y moderno a la vez. Acudió al relato original de John W. Campbell, en vez de actualizar el filme original de Howard Hawks que firmó su ayudante Christian Niby (¿un hombre de paja?). Haciendo lo que deberían hacer todos los remakes; partiendo de la trama original, hacer un desarrollo totalmente nuevo. Aquí el monstruo no es “el otro” si no “tú mismo”, haciendo toda una declaración sobre la evidente maldad del ser humano en su obsesión paranoica por acabar con una aberración alienígena sin forma definida que anida dentro de él mismo. En su obsesión de combatirse mutuamente.

Recuerdo los carteles del metro de Madrid, dibujados por San Julián o escenas de la película narradas con grandiosidad por mi primo mayor o los comics de mis otros primos que devoraba uno tras otro. Nunca llegó tan lejos John Milius como en CONAN EL BÁRBARO a la épica de la gran aventura. Acusado de fascista y militarista por no pocos enemigos de la industria. Dino de Laurentiis lanzó la carrera de Arnold Schwarzenegger y James Earl Jones estába magnífico como el hombre serpiente Tulsa Doom. Se rodó en España, en Almería y Cuenca, y el constante cambio del tiempo fue un dolor de cabeza para Milius. Eso sí, los fans del personaje salieron ganando y el paso de los años, junto a la banda sonora del fallecido Basil Poledouris han consolidado un clásico de la fantasía heroica que no pocos “modernos” pusieron a parir en su día.

A pesar de que todos le conocimos a partir del magnífico remake de La mosca, la verdad es que el canadiense David Cronenberg llevaba inyectando a la cinefilia con virus audiovisuales desde finales de los 60. Yo mismo conocía VIDEODROME gracias a las fotografías de un volumen sobre cine fantacientífico. Responsable del nacimiento seminal del ciberpunk audiovisual junto a Blade Runner y Tron, VIDEODROME es una metáfora del poder lisérgico de las imágenes sobre el organismo y el nacimiento de la realidad virtual en una época en que William Gibson terminaba la escritura de NEUROMANTE. Se dice que salió tambaleándose de Blade Runner ante el parentesco con su novela.

Y debió sentirse perturbado ante obras radicales como la de Cronenberg o engañosamente comerciales como TRON del olvidado Steve M. Lisberger, especialista en cine de animación que con esta obra fue luz de un día. Nunca volvió al redil pese a una promesa de secuela, que ha rodado ahora con otro director. Con diseños del gran Jean Giraud Moebius y Syd Mead, se adelantó a su tiempo en su profecía del cambio social que producirían los videojuegos. Su fracaso comercial no permitió saborear una obra insólita que hoy en día más de uno tacha de coñazo sin pensar en la posterior inspiración que produciría en más de una animación por ordenador. Lisberger lo intentaría de nuevo con un Mark Hamill cocido en las dunas de Turkia en SLIPSTREAM (89) pero el recuerdo y posterior reivindicación de TRON lo han marcado de por vida. Lastima.

Quien si despegó de forma brutal sin nunca dejar de subir es Sam Raimi con POSESIÓN INFERNAL, convirtiendo la cámara de cine en una coctelera animada que lo arrastra todo a su paso. Bruce Campbell pasó a ser uno de nuestros actores favoritos y su carátula de vídeo con las poseídas con ojos rojos me provocó no pocas pesadillas. (El trailer de La cosa hizo lo mismo). Convertida en su época en la reina de los vídeo nasties (vídeos sucios, NC-17, Violencia extrema) es sin embargo la obra absoluta de la temática por su fuerza visual y su intacta capacidad para provocar terror. Tuvo dos secuelas; la genial EVIL DEAD 2 (titulada aquí con el espantoso título de TERRORÍFICAMENTE MUERTOS) y la irregular EVILDEAD 3 (EL EJERCITO DE LAS TINIEBLAS) y muchos sueñan con una cuarta secuela. Pero aquellos años no creo que puedan volver porque los centros comerciales con sus refrescos y palomitas no creo que admitan joyas del terror extremo cuyo objetivo principal es revolverte las tripas.

Don Coscarelli debutó muy joven al igual que Sam Raimi con la Lovercratniana PHANTASMA, y el éxito de aquella lo llevó del terror a la fantasía heroica de temática bárbara con un guerrero que se comunica telepáticamente con los animales y que se enfrenta a magos, brujas, guerreros, hombres bestia y salvajes invasores a los que prende fuego en mares de petróleo. EL SEÑOR DE LAS BESTIAS no hizo salir a Don Coscarelli de la serie B, y se ha visto obligado una y otra vez a repetir secuelas de PHANTASMA con Angus Schrim y sus bolas cazadoras.

Por aquellos años los sindicatos de directores USA prohibían que cualquier director filmara dos títulos al año y eso llevó a Spielberg a buscarse un hombre de paja llamado Tobe Hooper para poder rodar POLTERGEIST al mismo tiempo que E.T. Siempre he pensado eso más allá de las presuntas maldiciones sobrenaturales que atacaron a Heather O´rourke y otros protagonistas. Tobe Hooper y Richard Marquand en EL RETORNO DEL JEDI fueron simples muñecos, hombres de paja en manos de Spielberg y George Lucas en su enfrentamiento con el sindicato de directores. Eso es lo que pienso aunque le suene cruel a los cinéfilos de toda la vida.

A pesar de piropear a POSESIÓN INFERNAL, Stephen King y George A. Romero tenían su propia horror movie con CREEPSHOW, homenaje a los comics de terror de toda la vida (Tales from the crypt, Rufus, Creepy, etc…) en una serie de relatos cuya adaptación al comic por parte del genial dibujante Bernie Wringston significó un antes y un después en mi pubertad, descubriéndome un mundo de terrores íntimos que me ayudaron a enfrentarme a los siempre más terribles horrores de la adolescencia y su infinidad de problemas adicionales, que me trajeron nuevas fantasías que compartir y nuevas películas que imaginar.

Hoy el panorama es diferente con la insufrible moda de los remakes que poco han aportado a los que recordamos los originales de toda la vida. Aquellos títulos hoy son clásicos de toda la vida de la misma forma que nuevos clásicos han nacido a la luz de los nuevos tiempos.

lunes, 21 de junio de 2010

 
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Nunca te fies de un exceso de buena prensa.

¿Saben?, la peor frase que suelo oir de los doble moralistas es: "Sed vosotros mismos" ... A mi parecer es una invitación a fabricarse una máscara y ocultarse tras ella. Si realmente hiciéramos eso, si realmente fueramos "nosotros mismos", el resultado sería aterrador, ya que revelaríamos el egoismo, el odio, el cinismo, la crueldad y la falta total de piedad de la que seríamos capaces. Llegaríamos incluso al asesinato por simple placer, la tortura, la depravación sexual, el incesto o la blasfemia. No, no es buen rollo. No da buena publícidad ser sincero hasta las últimas consecuencias. Seamos políticamente correctos y vayamos de lamecúlos y de mentirosos con buenas intenciones.
Como casi todo el mundo, cuando toca hablar "bien" de algo, todo el mundo se deshace en elogios aunque no sientan (a veces) lo que dicen o mientan descarádamente por la publícidad personal o un cheque de varios ceros. Hace unos años, doce apróximadamente, escribí una crítica de SALVAR AL SOLDADO RYAN excesívamente elogiosa a pesar de que no solo no pensaba que fuera una obra maestra. Si no que he llegado a cuestionar una hipocresía evidente en verderse (o venderla) como una obra anti-belicista, cuando en realidad era (es) una apología del intervencionismo bélico y de la guerra como "mal necesario". De hecho, me parece uno de los títulos más manipuladores a nivel ideológico que he conocido, a la altura de ese divertimento fascista y nada inocente que es INDEPENDENCE DAY. Pero, en fín, el mal ya está hecho y no se puede remediar a estas altúras. Y como yo en aquel periódico de pacotílla, "todos" los críticos son en alguna ocasión unos vendídos que escríben de buen rollo y se dejan enmierdar de mala manera. Un grúpo de presión muy fuerte y te quedas hecho una puta mierda al saber que hablas por una publicación asegurada, sin sentir lo que dices y quedando de paso como un lamecúlos de mierda. Un hipócrita rastrero que se cuida muy bien de nunca decir lo que piensa por aquello de: Lo que pueda acarrear... Así que no te fíes de palabras en exceso elogiosas, porque igual los que te chúpan el cúlo, luego son los mismos que te insultan a tus espaldas o atan la soga para colgarte. Como dice Liam Neeson en un anuncio: "Si todo el mundo habla bien de tí, empieza a preocuparte".
 
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Y pasandolo mal...

No hay peor suplício
que no poder hacer nada
mientras los germenes
invaden tu cuerpo

Insanidad

Horas muertas

No hay planes a la vista
no hay nada que hacer
salvo toser, sudar y escupir

Dejarse crecer la barba
y ver que no tienes planes
ni a largo
ni a corto plazo

Que te aburres
que no encuentras placeres
que no puedes disfrutarlos

Hasta que pases la enfermedad
y veas transcurrir los días
con total desesperación

Para que la salud llame a tu puerta
y la desesperada conclusión...
de que no será hoy.
 
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Pesadumbre

Hormigas en el estómago
angustia existencial
sensación de asfíxia

No saber como matar el tiempo
ni como hacer que pase de largo

Lo más rápido posíble
sin que la angustia te devore

De ahí la frustración
de no ver la salida

Y finalmente la ira
de ver que la situación no cambia

Y el aburrimiento se vuelve violencia
y la violencia frustración

La ira resentimiento

Y la inactívidad tédio

Y el tédio puro odio a no saber que hacer

No saber que hacer con el tiempo...

domingo, 14 de febrero de 2010

sábado, 13 de febrero de 2010

En la carretera

Ganadora del prémio Pulitzer en 2007 y arrastrada por la polémica de si se trata de literatura "seria" o ciencia-ficción y terror disfrazado bajo apariencia "respetable", LA CARRETERA de Cormac McCarthy es una de las novelas más impactantes de los últimos años por más que su trama nos parezca un poético homenaje a MAD-MAX: Un padre y un hijo huyen hacia ninguna parte sorteando en su camino a bandas de caníbales y desesperados sin nada que perder. Y aun así lo importante de su trama no es tanto su aterradora atmosfera como los esfuerzos del padre por mantener vivo a su hijo como simbolo viviente de una esperanza que su inhumano entorno les niega a cada paso. Como era de esperar, la adaptación a la grán pantalla no se hizo esperar; rodada en 2008 y con un año de retraso en su estreno que delatan un montaje interminable y puede que imnumerables conflictos de producción. LA CARRETERA (THE ROAD) es la segunda obra del australiano John Hillcoat, que ha contado con la magnífica fotografía en tonos grises de nuestro Javier Aguirresarobe y la música del mítico rockero Nick Cave, amigo del director y también responsable de la banda sonora de la magnífica LA MUERTE DE JESSE JAMES POR EL COBARDE ROGER FORD. Con una puesta en escena deudora del western crepuscular de los 70, pero también del terror estílo MATANZA DE TEXAS, muestra sin embargo en todo momento un tono contenido con la violencia. Lo que en manos de Rob Zombie sería una orgía de sangre interminable, Hillcoat muestra el horror y la violencia de forma rápida, seca y realista. No sabemos lo que provocó el apocalipsis, puede que un holocausto núclear o un desastre ecológico o quizá una nueva era glacial. Eso quizá no importa tanto como la obsesión por la supervivencia de todos sus personajes, donde la mayoría se dejan arrastrar por la desesperación, devoran a otros supervivientes y se devoran entre ellos. Y unos pocos que abrazan una brizna de esperanza como nuestros protagonistas y se niegan a rechazar ese poso de humanidad que todavía no les ha convertido en bestias. Reflexión sobre la ambiguedad del ser humano, capaz de lo peor y lo mejor al mismo tiempo. Con un tratamiento más realista y verosimil que la grán mayoría de películas de contenido apocaliptico, con las que tiene sin embargo más de una deuda pendiente. Títulos como UN MUCHACHO Y SU PERRO, el clásico cuento de Harlan Ellison y películas como NUEVA YORK AÑO 2012, EL DÍA DESPUÉS, o la mítica saga MAD-MAX evocan al aficionado posíbles imfluencias. Como otra obra de Cormac McCarthy NO ES PAÍS PARA VIEJOS adaptada por los hermanos Cohen, les recordaba a más de uno a TERMINATOR (no es broma). Y aprovecho un parentesis para denunciar que una frase de TERMINATOR SALVATION incluida en la escena del beso entre Sam Worrington y Helena Bohan Carter:-¡ASÍ SABE LA MUERTE!- ha sido mutilada en la versión en DVD según mi colega José. Para que luego hablen de ediciones especiales y escenas elíminadas... Volviendo a LA CARRETERA, me sorprendió que un argumento tan sordido no excluya la ternura y el cariño. Interpretadas a la perfección por un Viggo Mortensen que es mejor actor a cada día que pasa (el salvaba la discreta GOOD) sin que el resto del reparto no merezca por ello menos admiración. El joven Kodi Smit McPhee pasa de la angustia al afecto y la tristeza como si no le costara esfuerzo y papeles cortos pero de grán intensidad para Charlize Theron y el veterano Robert Duvall o Guy Pearce. Pese al horror, pese a la constante presencia de la muerte o el terrible y poético instante de la caida de los arboles muertos, metáfora de un mundo que no pudo soportar el maltrato del hombre, LA CARRETERA se hable sobre todo del amor de un padre por su hijo y de la posibilidad remota pero no imposible, de que haya todavía alguien bueno en alguna parte.

miércoles, 10 de febrero de 2010

martes, 9 de febrero de 2010

BASAURI.CON

¡OBJETIVO CUMPLIDO!
Uno sale de Valencia a las 7:00 de la mañana y llega a las 11:00 a Barcelona y de ahí a un tren de cercanías a encontrarme con Joan en su pueblo y carretera y manta. Cinco horas hasta Basauri que se pasan como un sóplo (la conversación da para mucho cuando se tiene de que hablar) hasta llegar al hotel de tres estrellas cuyo pasillo me recuerda al Overlook de EL RESPLANDOR. Unas pocas horas de sueño en el Sondika recordando el chuletón medio crudo que me zampé de cena en un bar cercano y a las 6:00 arriba; afeitarse, ducha, etc... y tus mejores galas. Llegamos al pueblo y a la casa cúltural grácias al GPS y esperamos en la fachada. Un grúpo de tías buenorras yankees (eso creo) dignas de un cómic de Robert Crumb, van apareciendo junto a público en general y hay una chica preciosa que parece la doble de lúces de Mary McDonnell. Todos a nuestro alrrededor ¡hablan inglés! excepto un grúpo de italianos vestídos con los trajes de la confederación de GALACTICA y un francés. Afino el oido y empiezo a oir voces en castellano y hasta alguna conversación en euskera. Se abren las puertas y todos para adentro. Hay cola para los pinganillos de traducción simultánea que te dan junto a la acreditación GOLD que me pagué con placer. No hemos revisado la hoja de actívidades y nos metemos en una presentación de escenas de BABYLON 5... Mientras en el piso de arriba van sacando las primeras fotos los fans con Edward James Olmos y McDonnell... ¡y nosotros sin enterarnos!, hasta que es demasiado tarde. Tendremos que esperar hasta el domingo mañana. Luego un juego del ¿quien soy? sobre personajes de GALACTICA donde solo se habla en inglés y suben un grúpo de tías de muy buen ver (mi lascívia se actíva) por el escenario. Un audiovisual sobre el capitán Adama de GALACTICA y llegó el momento estelar de la convención... EDWARD JAMES OLMOS entra en escena, el que fuera el indio de LOBOS HUMANOS, el inquietante GAFF de BLADE RUNNER, el teniente Castíllo de MIAMI VICE, el ganster latíno de su ópera prima como director AMERICAN ME un título a reivindicar, y finalmente el capitán del navío estelar GALACTICA. Todos nos ponemos de pie con una ovación entre aplausos y gritos de entusiasmo y yo estoy tan alucinado que se me cae el cuerpo del pinganillo que me recoge un amable tipo a mi espalda. ¿Y que quieren que les diga?: Olmos se come el escenario, es puro carisma, salta del inglés a palabras sueltas en castellano y explica a todos los que amamos BLADE RUNNER lo que deseabamos oir... No solo se limitó a crear el CITYSPEAK mezclando varias lenguas, sino que el unicornio de papel fue una creación suya, otra feliz improvisación junto al monólogo de Rutger Hauer, y tal como dice Joan:¿Que importa si Deckard es o no un replicante? La película funciona igualmente. Momento grabado en vídeo de los que válen la pena. Como en la TV pública yankee no se puede decir FUCK YOU sin que estálle un terremoto los frikardos han inventádo el derivado FRAC YOU, y tras varios FRAC Olmos suelta un sonoro JODER! que hace berrear a los allí reunidos, demostrando desde un princípio que sabe meterse al público en un bolsillo. Olmos se retira y Mary McDonnell aparece en escena. Saluda, baila, abre un abanico y se gana a todos. GALACTICA la rescató del olvido tras unos años de prestígio tras el BAILANDO CON LOBOS de Kevin Costner. Un placer de señora. Pausa para comer, conocer a la concejala del ayuntamiento a quien también enloquece BLADE RUNNER y vuelta al meollo. Una serie de proyecciones audiovisuales que alucinan a las yankees que incluso se han traido un corto a cuestas y Olmos y McDonnell entran juntos pero no revueltos. Más preguntas y tras hora y media llegan las firmas de rigor. Joan se ha traido su própia foto: es Gaff, no podía ser otro. Yo eligo una de Castillo de Miami Vice y otra de McDonnell en un pasillo, se firma con rotulador plateado y Olmos me estrecha la mano:¡Que subidón! En el hotel repasamos las fotos y me enseña el autógrafo con la frase en inglés oríginal de Gaff:¡Lástima que ella no pueda vivir, pero quien vive!. Había una fiesta a las 10:30 para los fans pero estámos muy quemados y no fuimos. A la mañana siguiente pagamos las reservas del Sondika y volvemos al caserío cúltural a fotografiarnos con Olmos y McDonnell. Fuimos de los primeros con nuestras acreditaciones GOLD y porque hay que volver a casa y Olmos se despide de mí por última vez, un placer, no olvidaré este momento. Y de vuelta los dos a casa. Yo por partída doble: primero Barcelona y luego para Valencia. Que satisfacción con dos fotos firmadas en la mochila y el ambiente fue bueno. Que se repita.

Jorge Zarco Rodríguez

domingo, 31 de enero de 2010

Lo mejor de 2009 (o lo que a mí más me ha gustado)

Lo mejor del año 2009 a mi parecer irá según géneros:

Ciencia-ficción: DISTRITO 9 de Neill Bloomcamp junto a
MOON de Duncan Jones

Terror: DÉJAME ENTRAR de Thomas Alfredson junto a
ANTICRISTO de Lars Von Trier

Fantasía: EL IMAGINARIO DEL DOCTOR PARNASSUS de Terry Gilliam junto a
WHATCHMEN de Zack Snyder

Thriller/policiaco: EL SECRETO DE SUS OJOS de Juan José Campanella

Drama: GRÁN TORINO de Clint Eastwood junto a
LA DUDA de John Patrick Stanley y
EL LECTOR de Stephen Daldry

Bélico: INGLORIOUS BASTERDS de Quentin Tarantino

Acontecimiento cinematográfico del año: ÁVATAR de James Cameron

martes, 12 de enero de 2010

Una suerte

Pocos pueden alardear de haber conocido al autor de uno de sus libros favoritos, aunque sea a traves de facebook. Compré mi primer ejemplar de FUTURE NOIR la bíblia de los que amamos BLADE RUNNER en 1996 en inglés oríginal y la he guardado como oro en paño desde aquel día sin olvidar a su autor: Paul M. Sammon. La Versión ya traducida al castellano me la regaló mi hermano mayor el día de reyes de 2006 y me la chupé de un tirón. Estos días que dan comienzo a 2010 tuve la suerte a través del facebook de Joan Fusté y Jack Moreno de localizar la página personalizada de Paul M. Sammon y le envié un mensaje con mis mejores deseos... y al poco tiempo me contestó agradeciendo mis palabras. Fue emocionante, aunque sea a distancia y con la frialdad tecnológica del Internet lo agradezco. Es como una carta correspondida. Sammom también ha escrito sobre DUNE, ROBOCOP, STARSHIP TROOPERS y otros títulos que desconozco. Un periodista dedicado a la ciencia ficción como nuestro Julian Diez. Harían falta más como él y de hecho un servidor escribe sobre el tema a la menor oportunidad. Un saludo Paul y sigue así por muchos años. Y ojalá edites esa versión extendida de FUTURE NOIR cuyo adelanto
salió en Inglaterra. Cuántas anécdotas tendrás todavía por contar, ojalá lo hagas porque yo estaré ahí para oirte. Un abrazo.